El mano a mano, el cara a cara, que no tiene nada que ver con operativos de convocatoria a votar.
Tiene que ver, sí, con una decisión: vivir la participación sin exclusiones, excepto la de aquellos que sistemáticamente atentan contra la organización con agravios, mentiras, difamaciones y agresiones, a la vez que sangran por la herida porque no pueden poner
a la UTPBA de rodillas, ni al servicio de la politiquería.