“Dada la mala situación del clima en el oeste de la costa fronteriza entre Tailandia y Malasia, estamos preocupados por la situación de los refugiados”, ha manifestado la portavoz de ACNUR, Caroline Gluck.
La vocera ha explicado que la embarcación partió la semana pasada desde el estado de Rajine (este de Myanmar), pero debido a una fuerte tormenta tuvo que parar ayer domingo en una isla al sur de Tailandia.
En esa parada, según ha confirmado la Policía de Tailandia, la nave fue reparada y, tras reabastecerse, continuó su viaje hacia Malasia.
De acuerdo con Gluck, ACNUR espera que, en caso de que el grupo de rohingyas esté en situación de peligro, sea rescatado y “se le permita desembarcar conforme con las leyes marítimas internacionales”.
Dada la mala situación del clima en el oeste de la costa fronteriza entre Tailandia y Malasia, estamos preocupados por la situación de los refugiados (56 rohingyas que están en medio del mar)”, ha expresado la portavoz de ACNUR, Caroline Gluck.
Desde agosto de 2017, al menos 700.000 rohingyas han abandonado sus hogares en el estado de Rajine rumbo a Bangladés para huir de los ataques de militares birmanos, que incluyen quema de aldeas y violaciones en grupo de las mujeres esta minoría étnica.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado repetidas veces los ataques de los uniformados birmanos como actos de limpieza étnica y crímenes de lesa humanidad.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad birmanas siguen atacando a los musulmanes rohingyas en medio del mutismo de la líder ‘de facto’ de Myanmar y Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi.
