"Es un homenaje a aquellas madres cuyos hijos fueron arrebatados, un reconocimiento para esas valientes que han estado mucho tiempo buscando a sus niños robados, que ahora son hombres y mujeres", explicó Soledad Luque, presidenta de la segunda de dichas asociaciones.
Los casos de recién nacidos que fueron arrebatados a sus padres con engaños para entregarlos a otras familias, en muchos casos previo pago, ocurrieron sobre todo entre 1950 y 1990.
Los manifestantes exhibían carteles con lemas como "Esos crímenes no prescriben", "Tenemos derechos a conocer nuestro origen" o "La Justicia nos ignora, la paciencia se acaba".
"Todo lo que investigamos nos lo tiran abajo. Denuncia que llega, denuncia archivada. Buscamos a algún gobernante o juez con narices (sic) que quiera investigar, porque no vamos a parar", según los testimonios de algunos manifestantes, que también lamentaban las "trabas administrativas".
La Justicia española ha procesado hasta ahora a dos médicos, mientras que una monja que estaba siendo investigada falleció en enero de 2013.
Luque recordó que existe un informe del Parlamento Europeo de noviembre de 2017 con 31 recomendaciones al Estado español para la búsqueda de estos niños y "para ofrecer verdad a las víctimas".
Las fiscalías provinciales españolas recibieron más de 2.000 denuncias de bebés robados entre 2011 y 2017, de las que el 25% habían sido tramitadas, según informó la agencia de noticias EFE.
La Fiscalía inició las investigaciones a raíz de una denuncia, suscrita por 261 personas, que presentó en 2011 la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares.
Algunas organizaciones de afectados elevan a 300.000 los casos de bebés robados o adoptados ilegalmente en España en esos años.
