De acuerdo con las previsiones del tráfico, solo circularán dos tercios de los trenes de alta velocidad, la mitad de los regionales, dos de cada cinco interciudad y tres de cada cinco de la región parisina.
En cuanto al tráfico internacional, están programadas tres de cada cuatro conexiones.
El paro se inscribe en la convocatoria sindical a hacer huelga dos días de cada cinco, desde el 3 de abril hasta finales de junio, lo que significa un total de 36 jornadas de perturbaciones en el tráfico dirigidas a mostrar la oposición al proyecto gubernamental.
Una vasta mayoría de los trabajadores de la SNCF rechazan la reforma, según constató una reciente consulta.
Según el plebiscito, el 94,97 por ciento de los empleados ferroviarios se oponen a la aplicación de la transformación, considerada una amenaza para este sector modelo del servicio público en el país.
La consulta contó con la participación del 61,15 por ciento de los trabajadores, de acuerdo con detalles publicados.
Sin embargo, la dirección de la SNCF recordó que ese proceso no tiene ningún valor legal, además de cuestionar su legitimidad al señalar presuntos problemas organizativos.
El movimiento de huelgas se opone principalmente a tres cuestiones del proyecto oficial: la apertura a la competencia del sector ferroviario, la reorganización de la SNCF y el fin del estatus de trabajador ferroviario, que hasta ahora garantizaba a los empleados determinadas ventajas salariales y sociales.
Por su parte, el Gobierno se niega tajantemente a debatir esos tres puntos y solo admite negociar en otros aspectos, por lo cual los sindicatos llamaron a mantener y reforzar la movilización.
