En el requerimiento de elevación a juicio, al que accedió Télam, los fiscales Juan Martín Molina y Hernán Schapiro, expresaron que "en la provincia de Buenos Aires existieron 230 centros (clandestinos) de detención, la mayoría de ellos ubicados en el Gran Buenos Aires y en la ciudad de La Plata" y que "tanto las comisarías, subcomisarías, destacamentos, puestos, brigadas, etc. se constituyeron en sitios de detención".
La Comisaría Octava de las calles 7 y 74 en La Plata operó en ese circuito "bajo el mando de la Dirección de Seguridad de la Policía" bonaerense pero con la llegada de (el coronel) Ramón Camps (foto) a la provincia (como jefe de su policía) el 27 de abril de 1976, a un mes de instalada la dictadura, "el Estado Mayor Policial se integró con personal militar", señaló el requerimiento de elevación a juicio de la Unidad fiscal para causas de lesa humanidad de La Plata.
De los 16 imputados, en su mayoría militares retirados del Ejército, once cumplen arresto domiciliario en distintos lugares del país y los restantes están alojados en cárceles.
Entre las víctimas, por la comisaría octava de La Plata pasó entre fines de 1976 y abril de 1977 el militante peronista Jorge Julio López, quien ya en democracia fue nuevamente secuestrado en 2006 tras declarar en el juicio contra el comisario Miguel Etchecolatz, multicondenado lugarteniente de Camps.
El escrito de los fiscales explicó que los secuestrados que ingresaban a la comisaría octava de La Plata provenían en general de otros centros de detención, desde donde llegaban "durante la noche en vehículos del Ejército -como camiones- o bien en autos no identificables conducidos por personal del Ejército".
"La particularidad de este lugar de detención se dio por ser un paso intermedio entre la total clandestinidad de la que la mayoría de los detenidos provenían, al blanqueo que se daba al poner a disposición del PEN a las personas", añadió.
En la comisaría octava "hasta llegó a haber 180 personas en seis calabozos individuales y tres de cuatro metros por cuatro", y algunos de los detenidos eran torturados allí, mientras que a otros los trasladaban con el mismo fin a otros centros.
El requerimiento de elevación a juicio detalla los padecimientos de unas 106 víctimas que estuvieron alojadas en la comisaría octava de La Plata, entre ellas el albañil Jorge Julio López, desaparecido por segunda vez en el 2006 cuando salió de su casa para asistir a los alegatos del juicio a Etchecolatz, contra quien había declarado como testigo víctima.
López fue secuestrado el 27 de octubre de 1976 y, tras ser torturado en varios centros clandestinos de detención, el 21 de diciembre de 1976 fue trasladado a la comisaría octava y "blanqueado" el 4 de abril de 1977 en la Unidad Penal 9 de La Plata.
Al declarar en el juicio contra Etchecolatz, López aportó el nombre de otros detenidos con quienes compartió cautiverio en la comisaría octava de La Plata.
