El jefe de la Dirección de Vigilancia a la Salud, del Ministerio de Salud, Daniel Salas, explicó a la prensa que la detección de los nuevos casos se produjo gracias a la búsqueda activa que realiza su personal, a fin de evitar la aparición de pacientes autóctonos (contagiados en el país).
'Los inspectores van, visitan los lugares, hacen interrogatorio para ver si encuentran personas con fiebre que no sepan cuál es el origen se les hace el examen de la gota gruesa y por eso se encontró el caso de Crucitas', refirió Salas sobre el enfermo detectado en ese lugar, mientras el otro se registró en esta capital.
En el caso de la paciente de la capital, precisó, fue que la paciente consultó a un establecimiento y se dio con la enfermedad. Se trata de una mujer indígena que estuvo en Nicaragua y quien ya está bajo tratamiento, indicó el funcionario.
De todas formas, Salas adelantó que su cartera efectúa una revisión más exhaustiva para estar seguro de que se trata solo de casos importados, algo que -sostuvo- no es tan fácil de determinar porque se necesita hacer seguimiento para ver si existen casos secundarios a los detectados.
Aseveró que mantendrán la búsqueda aguda de personas con fiebre que vamos a seguir haciendo hasta que no tengamos una situación normalizada en el contexto centroamericano, lo cual consideró como potenciador del riesgo.
Reiteró la necesidad de que los pacientes hagan el tratamiento completo, pues -alertó- la atención tardía puede provocar complicaciones fatales e incluso la muerte.
Al respecto, señaló que los niños pequeños y las personas con alguna condición pueden tener mayor riesgo, aunque aclaró que siempre estará latente el peligro de una malaria cerebral, insuficiencia renal aguda, convulsiones por la fiebre, afectación en la producción de plaquetas, sangrados y gastroenteritis.
La malaria es transmitida por el mosquito Anopheles Albimanus, que tiene patrones de comportamiento y sitios de cría diferentes al Aedes Aegypti, que transmite el dengue, zika y chikungunya.
