El secretario general adjunto de la Oficina de la ONU de Lucha contra el Terrorismo, Vladimir Voronkov, explicó al órgano de 15 miembros que el EI se descentraliza y el retorno de antiguos combatientes terroristas supone nuevos desafíos.
Tal flujo masivo implica grandes retos y la descentralización de la organización entraña además que sus mecanismos de financiamiento sean más difíciles de detectar y desarticular, añadió.
Países como Siria o Iraq registran menor presencia del EI, pero la agrupación se extiende por el sudeste asiático y en menor medida, por Libia, Yemen y la región del Sahel, alertó Voronkov.
La Oficina de la ONU de Lucha contra el Terrorismo, en colaboración con otras agencias de ONU, desarrolla proyectos para abordar los crecientes desafíos del retorno de los combatientes terroristas a sus comunidades de origen o su reubicación en otros lugares.
Por su parte, la directora ejecutiva del Comité contra el Terrorismo, Michele Coninsx, se refirió a la preocupación creciente de que los combatientes terroristas prisioneros -al ser liberados- vuelvan a implicarse en actividades semejantes.
Como el EI sigue evolucionado, esto plantea nuevos desafíos, sobre todo, porque se trata ahora de una red clandestina global, recalcó.
El secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, quien preside esta sesión del Consejo de Seguridad sobre amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas, se refirió también al impacto en los civiles.
Por ello, abogó por hacer mucho más en las acciones de prevención y para contrarrestar la propaganda terrorista y la recaudación de fondos destinados a esas actividades.
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