(24/08/189 - Genocidio Palestino)-.El Gobierno, actualmente presidido por Pedro Sánchez, recuerda su “política constante de condena” a los proyectos de expansión de nuevas colonias de viviendas israelíes en territorios ocupados palestinos, pone de relieve este viernes el Ministerio de Exteriores del país ibérico, en un comunicado.
Estos proyectos “constituyen además un serio obstáculo para la posibilidad de la creación de un futuro Estado de Palestina contiguo y viable”, resalta la nota.
En este sentido, la Cartera española señala que los asentamientos israelíes en territorios ocupados palestinos son ilegales según el Derecho Internacional, tal como lo ha manifestado en varias ocasiones la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Gobierno de España, además, destaca que está a favor de una solución de dos Estados para zanjar el conflicto israelí-palestino.
El comunicado español reacciona al anuncio del martes, según el cual, Israel aprobó un proyecto de construcción de 650 nuevas viviendas en Beit El, localizada cerca de la ciudad de Ramalá, norte de Cisjordania.
El proyecto israelí también fue condenado por Palestina en un comunicado en el que acusó al régimen de Tel Aviv de socavar abiertamente las leyes internacionales y proseguir “de forma recalcitrante” la violación de la legitimidad internacional y sus resoluciones.
Estos proyectos “constituyen además un serio obstáculo para la posibilidad de la creación de un futuro Estado de Palestina contiguo y viable”, resalta la nota.
En este sentido, la Cartera española señala que los asentamientos israelíes en territorios ocupados palestinos son ilegales según el Derecho Internacional, tal como lo ha manifestado en varias ocasiones la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Gobierno de España, además, destaca que está a favor de una solución de dos Estados para zanjar el conflicto israelí-palestino.
El comunicado español reacciona al anuncio del martes, según el cual, Israel aprobó un proyecto de construcción de 650 nuevas viviendas en Beit El, localizada cerca de la ciudad de Ramalá, norte de Cisjordania.
El proyecto israelí también fue condenado por Palestina en un comunicado en el que acusó al régimen de Tel Aviv de socavar abiertamente las leyes internacionales y proseguir “de forma recalcitrante” la violación de la legitimidad internacional y sus resoluciones.
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