En la misiva, el diplomático persa ha rechazado la acusación de su homólogo saudí, Abdulá al-Mualimi, de que la República Islámica de Irán suministra misiles al movimiento popular yemení Ansarolá.
“Se trata de un intento de encubrir los crímenes de guerra y de lesa humanidad que el régimen saudí está cometiendo a diario en Yemen, arrasando las infraestructuras básicas y las zonas residenciales y atacando los lugares públicos, incluidos hospitales, escuelas, mercados, puertos, aeropuertos y mezquitas”, se lee en la carta de Joshru.
El representante de Irán ante la ONU ha subrayado que la única opción para acabar con la crisis de Yemen es “una solución política” y “no militar” y ha asegurado que Teherán está dispuesto a cooperar con todas las partes implicadas para restablecer la paz en este país de la península arábiga.
En su nota, ha vuelto a repudiar el bombardeo saudí, perpetrado el 2 de agosto, contra un hospital y un mercado de pescado en el puerto yemení de Al-Hudayda que se cobró la vida de más de 60 civiles y causó heridas a otros 170.
La continuación de los ataques saudíes a Al-Hudayda, ha advertido Joshru, ponen en riesgo la vida de 600 000 residentes de la ciudad, y pueden bloquear el ingreso de las importaciones y la ayuda humanitaria a Yemen, país en el que 22 millones de personas necesitan desesperadamente ayuda alimentaria.
Asimismo, ha advertido que la prolongada agresión saudí a Yemen también enfermedades infecciosas como el cólera y agravar aún más la crisis humanitaria en este país.
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