Se trata de un informe de 1356 páginas, dado a conocer por funcionarios judiciales de Pensilvania sobre una vasta investigación de casos de “sacerdotes depredadores” que habrían abusado a unos 1000 menores adolescentes y preadolescentes, la mayoría varones.
“Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía”, señala el texto publicado este martes por la Corte Suprema de Pensilvania, que detalla las diversas maneras de los abusos contra los menores.
De acuerdo con los jueces, para elaborar este documento se ha escuchado el testimonio de decenas de testigos y revisado medio millón de páginas de documentos internos de las diócesis de Pensilvania.
Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía”, afirma un informe elaborado por la Corte Suprema de Pensilvania, EE.UU., que detalla las diversas maneras de los abusos de los curas contra los menores.
En el informe, el tribunal critica que todos los casos fueron dejados de lado por los líderes de la Iglesia, “que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo”. En ese sentido, no descarta que el número real de víctimas ascienda a miles, ya que es posible que los registros de algunos menores se hayan perdido o que el afectado optara por mantener el silencio.
La Iglesia católica se ve conmocionada una y otra vez por acusaciones de abusos. En julio, el cardenal y arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, fue destituido de su cargo por acusaciones de vejación sexual contra un adolescente.
En América Latina, el caso más escandaloso fue el del exsacerdote chileno Fernando Karadima, de 81 años, sancionado en 2011 por el Vaticano a un retiro de por vida de sus funciones por los abusos cometidos entre 1980 y 1995.
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