Desde bien temprano los afiliados al Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco) se concentraron frente a la sede del Legislativo en esta capital y con carteles y consignas expresaron su total rechazo a esa reforma fiscal, que consideran lesiva para la clase trabajadora y los sectores más vulnerables de la sociedad tica.
Incluso, de una gran figura del ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, colgaban hilos que sostenían una marioneta del presidente Carlos Alvarado, representando el criterio popular de que el mandatario tico, del Partido Acción Ciudadana (PAC), es manejado por los intereses del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), de Piza.
Pero en el preciso momento en que los manifestantes expresaban su oposición a lo que denominan paquetazo o combo fiscal (plan fiscal), la Comisión Especial que analiza el proyecto legal del Ejecutivo sancionó una moción que le da luz verde con los votos favorables de los diputados del PAC, PUSC y del Partido Liberación Nacional.
De los nueve integrantes de esa comisión, dos legisladores del Partido Restauración Nacional, y uno respectivamente del Frente Amplio y del Partido Integración Nacional se opusieron a la moción sobre el texto sustitutivo de la propuesta gubernamental.
El nuevo texto sustitutivo -uno anterior fue rechazado el mes anterior por la propia Comisión por seis votos contra tres- presentado hace ocho días por la ministra de Hacienda Rocío Aguilar incluye un impuesto del 13 por ciento a bienes y servicios hoy exonerados.
Asimismo, establece un gravamen diferenciado del dos por ciento a productos de la canasta básica y medicamentos, así como un uno por ciento a los insumos agropecuarios, entre otras medidas que el Movimiento Sindical costarricense considera inadmisibles.
En carta dirigida al presidente tico, las agrupaciones obreras que integran el Movimiento Sindical afirman que 'será responsabilidad de su gobierno y sus fracciones legislativas aliadas las acciones que nos veamos obligados a llevar adelante'.
Destacan que será una lucha patriótica y popular, que desarrollarán con valentía en defensa de los derechos humanos fundamentales de miles de trabajadores y de la calidad de vida de la familia costarricense.
La reforma fiscal gubernamental evidencia cada vez con más claridad que el propósito no es transformar nuestra estructura tributaria para hacerla más progresiva, sino simplemente acentuar su carácter regresivo, al ampliar la base imponible del impuesto al consumo, sostiene en su misiva.
Tras reafirmar que la única alternativa para alcanzar acuerdos es la instalación de una Mesa de Diálogo Nacional, multisectorial y pluripartidista, cuya condición primaria y mínima debe ser el retiro inmediato de la reforma fiscal de la corriente legislativa, los sindicatos lamentan que ese no haya sido el camino escogido por el gobierno.
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