A bordo de camionetas sin placas los sujetos encapuchados, con armas de fuego, lanza morteros y bombas molotov asaltaron a una patrulla policial, hirieron a dos uniformados e incendiaron el vehículo en medio de una vía pública.
El hecho ocurrió el pasado domingo en la carretera a Masaya, cuando se realizaba una caminata supuestamente pacífica convocada por la Alianza Cívica para la Justicia y la Democracia (de oposición), la cual terminó de forma violenta, como en la mayoría de las ocasiones.
Al momento de la captura a los terroristas les ocuparon dos escopetas calibre 12 milímetros (mm), un cargador, 23 cartuchos para fusil AK, un casquillo calibre 38 mm, lanza morteros y dos pasamontañas, según dijo el segundo jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, Farle Roa, durante una conferencia de prensa.
Ese mismo día uno de los integrantes del grupo participó junto a otros delincuentes en el ataque a un policía, a quien secuestraron, lesionaron y robaron el escudo antidisturbios, mientras realizaba labores de restablecimiento del orden público en la capital.
Según Roa, los detenidos también crearon terror y zozobra en los bloqueos de vías impuestos por la oposición durante la ola de violencia desatada entre abril y julio.
Desde esos lugares perpetraron secuestros, robos, torturas, saqueos, daño a recintos universitarios, instituciones públicas y privadas, así como a medios de transporte colectivo, aseguró el jefe policial.
La víspera la fuerza del orden informó sobre la captura de otros dos terroristas que operaban en las ciudades de Managua y Masaya, los que suman a la lista de detenidos por su accionar en el fallido golpe de Estado.
Durante el último mes la fuerza del orden capturaron a cientos de delincuentes, miembros y cabecillas de agrupaciones terroristas relacionados con la asonada, que provocó la muerte de 198 personas, conforme a cifras del Gobierno.
Nicaragua era considerada una de las naciones más seguras, sin embargo, a raíz del estallido de una crisis sociopolítica, azuzada y financiada por grupos de la ultraderecha -según denuncias- afloraron en la nación delitos con elevados niveles de atrocidad.
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