“La destrucción masiva de bienes, sin necesidad militar, y las transferencias de población en un territorio ocupado constituyen crímenes de guerra”, ha criticado este miércoles Fatou Bensouda, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
En un comunicado sin precedentes, Bensouda ha expresado su “preocupación” por la evacuación forzosa de la comunidad beduina de Jan al-Ahmar y una mayor violencia por parte del régimen de Tel Aviv.
Desde que la corte suprema de Israel confirmara la orden de arrasar Jan al-Ahmar, ubicada al este de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), ciertos organismos internacionales y países, entre ellos ocho Estados europeos, han condenado la medida por violar el derecho internacional.
La fiscal de la CPI ha aludido, por otra parte, a la escalada de tensiones en la Franja de Gaza, para luego advertir de que su oficina sigue examinando la situación.
“Sigo vigilando de cerca los acontecimientos sobre el terreno y no dudaré en tomar las medidas adecuadas dentro de los límites del ejercicio independiente e imparcial de mi mandato”, ha recalcado.
Bensouda ha recordado que la situación en los territorios ocupados palestinos sigue formando parte de un examen preliminar, abierto por su oficina desde que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) solicitara, en enero de 2015, investigar a Israel por crímenes de guerra relacionados con los asentamientos ilegales, la guerra de 2014 y la guerra de Gaza.
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