Son más de dos mil hondureños que intentan ingresar a México por el estado de Chiapas y que, ante las represalias de Trump, algunos de sus voceros afirman que buscarán refugiarse en este país.
Ya suman varios cientos de caravanistas que pretenden entrar por Tapachula, donde se enteraron de la decisión del Gobierno mexicano de hacer cumplir las leyes, según las cuales, quienes no cuenten con permiso de entrada están sujetos a deportación.
No resulta nuevo, pues aunque los del país centroamericano son mayoría entre quienes buscan residir en este país, también son los que sufren mayor deportación.
La víspera un comunicado oficial posicionó la postura oficial ante la caravana.
'Toda persona que desee ingresar a territorio nacional y cuente con los documentos de viaje y una visa concedida por el Gobierno de México, por medio de la red consular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, podrá ingresar al país y moverse con plena libertad en el mismo por el tiempo de vigencia de la visa'.
Añadió que quienes ingresen a territorio nacional y 'deseen solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado o ser beneficiario de medidas de protección complementaria, deberán hacerlo individualmente, de conformidad con la legislación vigente'.
Aquí se anuncia una visita en pocos días del secretario de Estado, Mike Pompeo, que coincidirá con el drama de los migrantes hondureños.
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