La Camara baja del Parlamento alemán (Bundestag) pidió a la AfD que esclarezca los datos divulgados por el diario Sueddeutsche Zeitung y las emisoras NDR y WDR sobre la transferencia de junio a septiembre del año pasado a esa agrupación de unos 130 mil euros por parte de la empresa farmacéutica suiza PWS.
La investigación mediática reveló que ese partido, de tendencia ultranacionalista y xenófoba, recibió de forma regular partidas de nueve mil euros procedentes del vecino país para tratar de burlar la normativa sobre financiación de partidos políticos alemanes, que prohíbe recibir dinero de países ajenos a la Unión Europea.
Las disposiciones legales sobre el tema obligan a los receptores de esos fondos a informar al presidente del Bundestag las donaciones superiores a 50 mil euros.
Las transferencias dirigidas a la oficina de la AfD en la región de Bodensee tenían como propósito, según las fuentes, apoyar la campaña electoral parlamentaria de la dirigente de ese partido Alice Weidel, quien tiene residencia oficial en Suiza.
Weidel, actual vicepresidenta de la bancada del AfD en el Bundestag, rechazó cualquier responsabilidad en esos hechos.
Por su parte Alexander Gauland, copresidente del partido, reconoció en declaraciones al diario Bild la existencia de irregularidades, aunque culpó de las mismas al tesorero de la citada sede local de esa formación política el cual, dijo, actuó claramente de forma inadecuada.
También Weidel alegó que 'me enteré del asunto por el tesorero, que es la persona competente' y afirmó que las donaciones no eran transferidas a su cuenta personal, por lo cual descartó su posible renuncia al puesto de diputada como consecuencia de este escándalo.
Sin embargo, Ralf Ozkara, responsable regional de AfD en el Estado federado alemán de Baden-Württenberg, manifestó que 'si se comprueba que estamos ante un caso de financiación ilegal, la señora Weidel es la responsable principal y debería retirarse de todos sus cargos'.
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