Tras cumplirse tres años de su inicio, los dialogos de paz entre el Gobierno y las FARC-EP dejan resultados tangibles en la disminución de la magnitud de la confrontación, consideró esa institución.
En opinión de Cerac, tal mejoría está sustentada en las medidas establecidas de mutuo acuerdo entre ambas partes beligerantes con el fin de aminorar el impacto de la contienda, y en los efectos de las pausas combativas instauradas de manera autónoma por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
El proceso de conversaciones, con sede en Cuba, ha prevenido la muerte de por lo menos mil 500 personas, subrayó el organismo luego de comparar las estadísticas actuales con las cifras acumuladas en el transcurso de más de 50 años de enfrentamientos.
Desde el pasado 20 de julio esa agrupación guerrillera decretó su sexta tregua con el propósito de minimizar la victimización de la población civil y para secundar la iniciativa, el Ejecutivo ordenó suspender los bombardeos o ataques aéreos contra los campamentos de esos insurgentes.
No obstante resta establecer el cese el fuego bilateral, pendiente aún de futuros pactos en la capital cubana, sede de los encuentros a favor de la distensión. A pesar de los avances, las negociaciones no son prenda de garantía para que disminuya la violencia del conflicto, pues subsiste la amenaza hasta tanto ocurra un cierre definitivo del mismo, insistió Cerac en su más reciente diagnóstico.
Desde 2012 equipos gubernamentales y de las FARC-EP platican en La Habana con el objetivo de hallar una salida concertada a la conflagración, la cual ha dejado 300 mil muertos.
El registro general de víctimas supera los siete millones, en su mayoría desplazados de sus lugares de origen.
