Sueldos de conserjes que casi igualan los de un diputado, secretarias que duplican ese salario y algunos puestos que devengan el triple de lo que gana un legislador, a esa nomina de empleados del Congreso se le denominó la caja de pandora por todas las irregularidades detrás de esos contratos que los ex presidentes se encargaron de ocultar pese a que se trata de información pública, la mayoría de empleados está furiosa.
La discordia se ha generado porque en 2007 se firmó un pacto colectivo entre el sindicato y el Estado que establece que los empleados del Congreso incrementarían su salario anual en un 10 % lo que representa un gasto insostenible para erario público dicen expertos, no obstante la culpa de tantas plazas otorgadas es de juntas directivas que han autorizado a discreción una serie de puestos que en muchos casos son fantasma y en otros obedecen a favores políticos y personales.
Los primeros en aplaudir la medida es la sociedad en general quien ha visto como un acto de buena voluntad las acciones de Mario Taracena presidente del Congreso, algunos empleados de ese organismo coinciden con esas decisiones.
A decir de Taracena, esta es tan solo una de las tantas acciones que impulsará durante su gestión para transparentar el gasto a lo interno del congreso y devolverle el respeto a tan importante órgano del estado.
