El plan que impulsó la canciller alemana Angela Merkel en medio de la crisis de refugiados de 2015, cuando todos los países, incluido el suyo, cerraron las fronteras a los miles de refugiados que llegaban desde el Mediterráneo, venció este martes y la Unión Europea (UE) sólo reubicó a un 17% de los 160.000 que prometió hace dos años y que pocos meses después se redujo a 98.000, tras reconocer que muchos de los Estados no quería cumplir con las cuotas asignadas, refirió la agencia de noticias EFE.
En 2015, después de un breve periodo de gracia por parte de Alemania -que finalmente ese año recibió a un millón de demandantes de asilo- la UE resolvió ayudar a los dos países que funcionaron como puerto de entrada al bloque durante la crisis, Grecia e Italia.
Con el cierre de fronteras en todo el bloque europeo, los dos países del sur del continente, que además atraviesan una dura crisis económica, reclamaron ayuda a Bruselas y denunciaron a sus vecinos por dejarlos solos con toda la carga económica y política que la llegada diaria de miles de refugiados de Medio Oriente, Asia Central y África supuso.