Casi tres millones tuvieron que dejar sus hogares y más de dos millones y medio se refugian en otros países, según estadísticas recopiladas por la organización multilateral.
El año pasado, al menos 910 niños murieron en Siria y 361 resultaron heridos, lo cual convierte al 2017 en el más mortífero desde el comienzo de las hostilidades, señala el reporte.
De acuerdo con el coordinador humanitario regional de la ONU para la crisis Siria, Panos Moumtzis, la documentación sobre las violaciones de los derechos de los niños también fue la más alta desde el comienzo del conflicto.
Los niños representan más del 40 por ciento de los 13,1 millones de personas dentro de Siria que requieren asistencia humanitaria para salvar vidas, apuntó.
De los más de cinco millones en mayor necesidad, 663 mil tienen menos de cinco años, cifra a la cual Moumtzis considera como 'impactante'.
El coordinador humanitario de la ONU también expresó su profunda preocupación por los continuos informes sobre el reclutamiento y uso de niños en los combates.
Ahora, el cerco sobre Ghouta somete a los niños 'a un nivel sin precedente de violencia', advirtió.
Por su parte, la alta comisionada adjunta de la ONU para los derechos humanos, Kate Gilmore, informó que en 2017 también se registró el mayor número de violaciones contra los niños sirios.
En 2017, al menos 961 menores de edad fueron reclutados como soldados, el triple que el reportado en 2015.
La ONU estima que unas 400 mil personas han muerto en Siria y más de un millón resultaron heridas. Además, más de cinco millones de ciudadanos del país levantino han tenido que cruzar la frontera hacia territorios vecinos como Líbano y Jordania, así como a Europa.
En marzo de 2011 estalló la crisis en Siria, en buena medida como resultado del interés de Occidente y sus aliados regionales de imponer un cambio de régimen en Damasco.
