El Ministerio de Salud (Minsa) y voluntarios visitarán casa por casa a las embarazadas para garantizar su atención prenatal en las unidades sanitarias y atender con tiempo cualquier signo de alarma, explicó.
Además, el Minsa brindará información a las gestantes sobre las señales de riesgo y ubicará al menos a una partera en cada comunidad.
'Es necesario promover una cultura de prevención, atención y reconocimiento de signos de alerta', afirmó Murillo al destacar el papel de la familia en esos procesos.
Durante el primer trimestre de este año fallecieron ocho mujeres, según recoge un mapa sobre el tema presentado recientemente.
Aunque el 2017 finalizó con 48 muertes maternas, cuatro menos que el año anterior, el gobierno sandinista insiste en trabajar más duro en ese sentido.
La mayoría de los casos sucedieron en la Región Autónoma del Caribe Sur y el 60 por ciento de ellos ocurrieron por hemorragia en el embarazo, el parto o el puerperio.
Desde el inicio de la administración del presidente Daniel Ortega en 2007, la mortalidad materna disminuyó de 92 a 38,7 por cada 100 mil niños nacidos vivos, conforme con cifras oficiales. El sistema público de salud mejoró la atención a las mujeres a través de programas sociales como casas maternas, que incluyó a 69 mil embarazadas el año pasado.
La efectividad de ese proyecto propició varios reconocimientos a Nicaragua por su modelo comunitario en salud.
