Los militares —“más de una decena”, pertenecientes al Regimiento del Servicio Aéreo Especial (SASR, por sus siglas en inglés)—, están siendo investigados tras publicarse este viernes una investigación periodística que los acusa de cometer crímenes en el país asiático entre los años 2001 y 2016.
El diario australiano The Sydney Morning Herald acusa al Ejército de “no tener consideración por la vida humana” y de hacer uso excesivo de la fuerza en varias misiones en Afganistán.
Fuentes cercanas a los militares han descrito al citado medio irregularidades cometidas por los miembros de fuerzas especiales, detectadas en una investigación secreta que realizó en 2016 la consultora del Ministerio de Defensa Samantha Crompvoes.
El rotativo ha tenido acceso a ese informe, en el que se concluye que algunos miembros de la SASR podrían haber cometido crímenes de guerra en Afganistán.
Este uso desmedido de la fuerza (en Afganistán) llegó al punto en que desdeñó la vida humana y la dignidad”, concluye el informe que realizó la consultora del Ministerio de Defensa australiano Samantha Crompvoes.
El documento revela que los militares comentaron de forma confidencial que ejercieron violencia de forma ilegal en las operaciones, sin que se les sancionara. “Este uso desmedido de la fuerza llegó al punto en que desdeñó la vida humana y la dignidad”, se lee en el informe.
El Ministerio de Defensa de Australia ha señalado mediante un comunicado que “asume todas las acusaciones sobre las fuerzas australianas” y que el proceso investigativo podría culminar en la elaboración de recomendaciones sobre cómo tratar los crímenes de guerra.
Australia cuenta con unos 300 miembros de sus Fuerzas Armadas en Afganistán, donde entre 2001 y 2014 desplegó hasta 1500 soldados para operaciones de combate en la mayor aportación militar de un país fuera de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán so pretexto de luchar contra el terrorismo. La agresión ha causado un enorme coste, más de 770 mil millones de dólares, según las cifras que maneja la oenegé Proyecto de Prioridades Nacionales (NPP, por sus siglas en inglés) sobre el presupuesto federal y el gasto militar de EE.UU.
Asimismo, además del grupo armado Talibán, tras la agresión de la OTAN también se ha desarrollado en Afganistán el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
