Aquí toman cada vez más sentido los mensajes emitidos ayer por huésped y anfitrión en la losa del aeropuerto internacional de Sunan.
Los pueblos exigen a sus respectivos líderes presentar mayores resultados, le dijo sonriente y espléndido Kim Jong-un a Moon Jae-in.
Moon respondió a su inquilino de manera cómoda, (...) Ha llegado el momento de cosechar resultados (...).
El sutil intercambio fue considerado por la prensa acreditada a este acontecimiento como una apertura o primer movimiento de una partida de ajedrez entre dos grandes Maestros, y donde el de casa lleva las piezas blancas, la iniciativa.
Y como de ajedrez hacemos símil pongo nombre a la apertura que desarrollan Kim y Moon, 'Resultados', que fue la palabra coincidente en sus respectivos mensajes.
Los inicios resultan la fase más técnica del juego de ajedrez, es consecuencia directa del estudio anterior de la contraparte y donde los ajedrecistas aplican lo sugerido por sus asesores.
Ahora, miércoles, dará inicio lo que en el juego ciencia se denomina medio juego, momento en que una vez desplegadas todas piezas en el tablero los jugadores entran en un grado máximo de conflicto.
Será un día trascendente porque en la madrugada cada quien tuvo poco tiempo para dormir.
Kim Jong-un, de seguro, conciliando movimientos estratégicos con sus principales asesores
Moon Jae-in haciendo lo mismo, pero con seguridad, intercambiando opiniones criptográficas y teléfono 'seguro' con Washington a quien representa aquí, algo que no es ningún secreto ni eufemismo.
La fecha que transcurre también será un momento decisivo en la labor mediadora del presidente surcoreano para un posible segundo encuentro entre Kim Jong-un y el mandatario estadounidense Donald Trump.
A fin de cuentas, el hombre de la Casa Azul tiene experiencia de casamentero y su accionar fue clave para que se efectuara la trascendente reunión Cumbre de Singapur el 12 de junio anterior, entre el líder norcoreano y el presidente de Estados Unidos.
Otros momentos trascendentales para el mundo no deben esperarse en Pyongyang este día, donde los mensajes de los interlocutores principales deben seguir trascendiendo por sus expresiones corporales públicas y pequeñas sutilezas de lenguaje.
Mañana será día de despedida, por tanto en las próximas horas tanto Kim como Moon buscarán jugar a manera de buenos ajedrecistas un final con total perfección, ojalá sea el de las expectativas, el mundo lo agradecerá.
Mientras eso ocurre en un pequeño salón de la sede del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, las primeras damas, Ri Sol Ju, esposa de Kim Jong-un y la esposa de Moon Jae-in, Kim Jung-sook, continuarán con actividades paralelas de visitas a centros culturales, hospitalarios, instituciones científicas y colegios de Pyongyang.
Por Benito Joaquín Milanés, PL
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