El ex funcionario, a quien vastos sectores de la oposición lo consideran como un preso político del actual gobierno, al analizar la Ley de presupuesto, aseguró que el objetivo del Gobierno “es achicar el déficit primario y de esta manera agrandar brutalmente el déficit financiero, es decir que todos los dólares vayan a pagarle al sistema financiero internacional”.
“Pero además por ignorancia o por mentir, el Presidente dice que es importante tener superávit fiscal, cuando ningún país salió de una recesión como la que provocó Cambiemos con superávit fiscal, justamente es el momento en que el Estado tiene que complementar la demanda agregada, tiene que ser uno de los determinantes de un vigoroso mercado interno para que el país pueda salir de la recesión. Bueno el Gobierno hace todo lo contrario, retira al Estado argentino de cualquier esquema en el cual pueda colaborar con las necesidades de los argentinos”, señaló Boudou.
Luego, el es vicepresidente sostuvo que, “el sistema de administración de leyes es parte de lo que desquició el macrismo en su intento por tapar todo. Acá (en el penal de Ezeiza) hay gran cantidad de personas que están con pérdida de libertad sin condena, algunos tenemos condena en primera instancia, pero son condenas truchas, que no tienen pruebas”, consideró.
Argentina más injusta
Luego Boudou, contó que “El día que di mis últimas palabras en el juicio se lo pude decir mirando a la cara a los jueces, que Argentina era un país mucho más justo en el 2015 que hoy, hagan lo que hagan. Porque podrán meter gente presa sin condena, me podrán meter preso a mí, podrán perseguir a la ex presidenta, pero Argentina es más injusta porque los jóvenes no tienen netbooks para estudiar en los colegios, se dan cada vez menos vacunas, los ingresos de la población son cada vez peores, es decir hay una parodia de justicia para tapar lo que es un desastre gubernamental y lo que es la imposición de un modelo que busca convencer a la población de que esto es lo que sirve. Y la verdad que yo creo que las grandes mayorías, las clases medias, los pequeños comerciantes, los industriales, están viendo con claridad que toda la parafernalia alrededor de la supuesta corrupción es para tapar lo que se hizo en estos tres años”.
“Este es un modelo que les saca a los que menos tienen, para darle a los que más tienen”, al tiempo que agregó que “ni el Presidente, ni sus ministros hablan nunca de economía. Siempre hablan de cuestiones financieras”.
Shock redistributivo
Al ser consultado por el entrevistador sobre lo que habría que hacer ante la grave crisis económica que sacude al país, el economista afirmó que “en un momento cero, Argentina necesita un shock redistributivo instantáneo”, y en tal sentido, propuso aumento de salarios y de jubilaciones, para “reactivar así el mercado interno”.
Luego, indicó que en el “momento uno, es tomar el control de la situación financiera, renegociar las deudas y denunciar el acuerdo con el FMI que no pasó por el Congreso. Momento dos, el tema de los servicios público que deben estar en manos del Estado, para después empezar a trabajar en la recomposición de una incipiente industrialización que hubo a partir de los doce años de crecimiento de la Argentina. Creo que a partir de estos cuatro ejes Argentina empieza a salir de este desastre que están dejando”.
Optimismo
A pesar de la situación personal por la que está pasando, Boudou le dijo a su interlocutor que tiene “mucha confianza y mucho optimismo con lo que va a ser la Argentina a partir de diciembre del años que viene. No hay que abonar esta idea de que nos dejan una cosa inarreglable. Con vocación, compromiso político y con las ideas claras lo vamos a sacar adelante”.
En otro tramo de la entrevista, Boudou sostuvo que “el Gobierno ofrece miedo porque no puede ofrecer otra cosa. Vamos a ver ahora en el G-20 seguramente una cara muy fea de esa Argentina opresiva y represiva de un gobierno que no puede dar respuestas en lo económico y en lo social y entonces prefiere la vara del miedo para tratar de ordenar a la sociedad argentina”.
Las horas en la prisión
Por último, el ex funcionario relató al periodista como pasa sus horas de detención: “Tengo un sistema de lectura y de estudio. Matemática, también teoría y algo de literatura. Son cinco horas diarias divididas en mañana y tarde y es necesario para mantener la cabeza activa. También hacemos ejercicio y le damos mucha importancia al orden colectivo porque acá también se da una re significación de la vida colectiva”.
“No es importante el lugar en que estamos cada uno de nosotros, hay que deponer las cuestiones personales en pos del bien colectivo y de un proyecto que piense el país desde lo colectivo”, finalizó diciendo.
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