“El cónsul saudí fue aparentemente cómplice en este crimen”, ha dicho ayer lunes el director de comunicaciones de la Presidencia turca, Fahrettin Altun, en una entrevista concedida este lunes a la agencia británica de noticias Reuters.
Muhamad al-Otaibi (foto), cónsul saudí en Estambul, escapó en octubre a Riad (capital saudí) en plena investigación sobre el asesinato de Khashoggi, prominente columnista saudí de The Washington Post desaparecido tras entrar el pasado 2 de octubre en la sede consular saudí en la citada ciudad turca.
El funcionario turco ha tachado además de “decepcionante” la negativa de Riad a extraditar a los sospechosos de estar implicados en la muerte del periodista, y ha pedido a la comunidad internacional que se haga justicia “en conformidad con el derecho internacional”.
Altun ha denunciado también que las autoridades saudíes no se han mostrado lo suficientemente colaboradoras, y que Turquía ha visto “escasos indicios de que los fiscales saudíes hayan intentado esclarecer lo que le sucedió a Khashoggi”.
El cónsul saudí (en la ciudad de Estambul) fue aparentemente cómplice en este crimen”, ha indicado el director de comunicaciones de la Presidencia turca, Fahrettin Altun,sobre el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
El representante de Ankara ha recordado cómo, de acuerdo con numerosos informes, agentes de servicios de inteligencia saudíes, incluido un experto en autopsias, viajaron en octubre a Estambul con el propósito específico de matar a Khashoggi.
En un principio, el régimen de Riad aseguró que el periodista había abandonado la oficina consular por su propio pie, pero finalmente las presiones internacionales hicieron que reconociera su muerte, afirmando que sucedió de forma accidental en una pelea. Más tarde, ante la evidencia palmaria, no le quedó más remedio que admitir que el columnista fue drogado y descuartizado, aunque intentó de eximir de toda responsabilidad a su príncipe heredero, Muhamad Bin Salman.
Por el contrario, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sigue insistiendo (al igual que algunos agentes de inteligencia de su país) en que el asesinato fue ordenado por autoridades de alto nivel de Arabia Saudí y han pedido a Riad la extradición de los sospechosos.
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