“Durante los operativos antiterroristas fueron neutralizados 65 militantes, entre ellos 10 jefes de grupos armados, y detenidos 36 cabecillas, 236 criminales y 589 cómplices”, ha revelado este martes el director del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB, por sus siglas en ruso), Alexandr Bórtnikov.
Reunido con el Comité Antiterrorista de Rusia (NAK, por sus siglas en inglés) para presentar el balance anual de su gestión, Bórtnikov ha mencionado que las fuerzas de seguridad desarticularon 37 células clandestinas que planeaban lanzar ataques terroristas en las repúblicas de Daguestán, Ingusetia y Chechenia, así como en el Territorio de Stávropol.
Asimismo, el alto funcionario ha explicado a sus interlocutores que el Ministerio del Interior junto con el Servicio de Fronteras, denegaron la entrada a Rusia a más de 10 000 sospechosos de tener vínculos con grupos extremistas, añadiendo, además, que los mismos organismos impidieron el traslado de 60 individuos, tanto nacionales rusos como extranjeros, a las zonas de conflicto en Oriente Medio.
Durante los operativos antiterroristas (en Rusia, llevados a cabo en lo que va de 2018) fueron neutralizados 65 militantes, entre ellos 10 jefes de grupos armados, y detenidos 36 cabecillas, 236 criminales y 589 cómplices”, revela el director del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB, por sus siglas en ruso), Alexandr Bórtnikov.
Desde el estallido de la crisis en Siria en septiembre de 2015, Moscú ha estado dando asistencia a Damasco en su lucha contra el terrorismo, bajo expresa petición del presidente sirio, Bashar al-Asad. Por esta razón, los grupos extremistas, en varias ocasiones, han amenazado —con muy poco éxito— con organizar y perpetrar atentados en el suelo ruso como venganza por dicho apoyo antiterrorista.
De hecho, el apoyo militar ruso a Siria ha provocado un sinfín de bajas en las filas de los terroristas al infligirles exitosos y fuertes ataques aéreos sobre sus posiciones en el país árabe y obligándoles a retroceder de sus retaguardias para buscar otros lugares y países para instalarse.
En esto, según el director del FSB, los terroristas en su acelerado despliegue de hombres armados a otros lugares como Afganistán y Yemen, donde han empezado a “establecer bases y bastiones”, han tratado de cruzar las fronteras rusas para llegar a su pretendido destino final.
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