“George Orwell estaría muy, muy orgulloso de Europa, de su lenguaje ambiguo y de su capacidad para inventar nuevos términos con los que esconder una odiosa realidad”, expresó Varoufakis, refiriéndose a los centros de refugiados (hot spot, en inglés), que en opinión del exministro no son más que “campos de concentración”.
La presión que soporta Grecia es tremenda, afirma el exministro, que asegura que desde Europa le dicen al gobierno griego que “la única manera de que reciba dinero es si recluye a los refugiados. Así que si los deja sueltos o en libertad, incluso dentro de Grecia, no va a recibir ni un centavo de nosotros para alimentarlos”. Y aunque el gobierno griego está intentado actuar de otra manera, “está siendo presionado por Europa para tratar de forma inhumana a los refugiados”.
Grecia está siendo usada por Alemania para advertir a otros países, entre ellos Francia, afirma Varaofakis, y “la miseria griega está siendo usada para dar a entender a Francia que no se puede estar en misa y replicando”. Es decir, que la élite francesa siempre soñaba con gobernar Europa usando para ello la credibilidad monetaria de Alemania.
“Desafortunadamente, Alemania advierte a Francia golpeando a Grecia y empujando a la nación helena a una recesión terrible y aterradora”, afirmó el exministro.
El ex ministro también expresó su alegría por el gran número de ONG y voluntarios que están ayudando a los refugiados, pero expresó su preocupación por la fuerza que están tomando las organizaciones de ultraderecha en Europa: “No se trata sólo del Amanecer Dorado —organización neonazi griega—. Está sucediendo en toda Europa. Tenemos un gobierno neofascista en Hungría. Tenemos a Marine Le Pen, que va a ganar la carrera presidencial en Francia el próximo año. Tenemos al UKIP, el Partido de la Independencia del Reino Unido. Tenemos a Austria; en Viena, en la hermosa ciudad de Viena, el 42% ciento de la población votó a un partido neofascista en las últimas elecciones municipales”, afirmó.
La crisis económica y la humillación nacional están ayudando al renacer del fascismo, “al igual que en la Alemania de los años veinte y treinta”, finalizó Varoufakis.
