El líder de la fuerza morada, Pablo Iglesias, y la vocera en el Congreso de la agrupación, Irene Montero, se subieron en el "tramabús", nombre con el que bautizaron el vehículo, para lanzar esta "acción sorpresa" con la que pretenden "desenmascarar" a los políticos, empresarios y también periodistas que -aseguran- conformaron una red que está "saqueando" el país.
"Durante años, la trama corrupta nos ha hecho salir a la calle. Ahora nosotros la haremos salir a ella", dice el partido antiajuste en un video publicado en las redes sociales por Iglesias y otros dirigentes de la divisa morada, como Pablo Echenique, con el que anunciaron la iniciativa.
El ómnibus está pintado de azul, el color del conservador PP, y lleva estampadas las caras del ex ministro de Economía y ex director del FMI Rodrigo Rato -condenado a cuatro años de prisión-, el ex presidente del gobierno español José María Aznar, y el ex tesorero conservador Luis Bárcenas, en prisión por el mayor caso de corrupción de la historia reciente de España.
También aparece el ex presidente nacionalista catalán Jordi Pujol y el ex presidente del gobierno español Felipe González, del Partido Socialista (PSOE), la ex presidenta madrileña Esperanza Aguirre, del PP, y algunos de los empresarios más importantes del país, como el constructor Juan Miguel Villar Mir, de OHL.
Asimismo, Podemos quiere denunciar la participación mediática en el entramado; de ahí que paseará por las calles de la capital las caras del periodista Eduardo Inda y del presidente del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián.
El hecho de que Podemos haya ligado la imagen de políticos implicados de forma directa en corrupción con otros que no fueron procesados no gustó nada a los conservadores y tampoco a algunos socialistas.
¿Quiénes criticaron la iniciativa de Podemos?
El PP de la comunidad de Madrid, con los mayores casos de corrupción, utilizó su cuenta oficial de twitter para responder a las acusaciones de Podemos lanzando artillería pesada.
Uno de los tuit se ve un ómnibus de color morado con la frase "La azotaría hasta que sangre. Soy marxista convertido en psicópata. Pablo Iglesias 2014". Esa frase hace referencia a un comentario atribuido al dirigente de Podemos sobre una periodista española.
Y en otro, publican una foto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al que presentan conduciendo el polémico ómnibus, ligando a los dirigentes de Podemos con el gobierno venezolano.
Por su parte, la persona de máxima confianza de Aguirre, Íñigo Méndez de Luna, tachó la campaña de "antidemocrática".
En tanto, desde el PSOE, el candidato a liderar el partido, Pedro Sánchez, manifestó en Twitter que le "repugna" que se vincule a González -quien apoya a su adversaria Susana Díaz- con "la derecha más corrupta".
El vocero parlamentario socialista, Antonio Hernando, también se expresó en esos términos: "Un vaso es un vaso, un plato es un plato y una mafia es una mafia", se lee en la parte trasera del ómnibus, que denuncia a la "trama corrupta" que se mantiene en el poder en España "recortando nuestros derechos y saqueando nuestro país".
Pero frente a las críticas, Iglesias respondió que a "muchos militantes socialistas" lo que les espanta es que un ex presidente acabe en un consejo de administración", en referencia a su contratación por Gas Natural entre 2010 y 2015, donde cobraba 127.000 euros al año.
El "tramabús" recorrió este lunes la capital española pasando por puntos emblemáticos para la campaña como son la sede del PP en la calle Génova, o las grandes torres del paseo de la Castellana, donde se encuentran las sedes de importantes entidades bancarias y empresas.
