La referente barrial expuso la situación de las mujeres que viven en los barrios humildes, atravesadas por la violencia, la pobreza y la convivencia con el mandato cultural patriarcal que indica que las femineidades tienen que dedicarse a ser madres, cocinar y criar.
"Estuvimos con un fuerte trabajo de militancia para revertir la resistencia que venía de parte de muchas compañeras que no estaban de acuerdo con la legalización del aborto, en parte por la influencia de la iglesia católica y evangélica que están adentro de nuestro barrio", relató Norma sobre los meses en que se debatía la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Uno de los ejes que atravesó la charla fue el acceso a la salud, señalado como uno de los debates centrales para que dejen de morir mujeres por abortos clandestinos. Norma contó que desde el movimiento realizaron un relevamiento en las salitas para conocer la posición y la asistencia que tienen para atender situaciones de aborto.
"De 100 salitas (?), con sólo 2 ginecólogas pudimos articular para hacer talleres de educación sexual integral", contó Norma con preocupación.
La acompañaron en el panel la antropóloga feminista Celeste Jerez y la activista Laura Contrera, en lo que fue el 6to encuentro del seminario que tuvo como temática "La politización de los cuerpos".
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