Sin embargo, estos bombardeos no solo afectan al grupo insurgente que sigue controlando buena parte del territorio afgano, sino también a civiles.
De acuerdo con informe del Comando Central de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, citado por este medio, las fuerzas estadounidenses lanzaron cinco mil 982 municiones en Afganistán.
Asimismo, aviones de la coalición volaron casi seis mil 600 veces entre el inicio de 2018 y finales de octubre, y en el 12 por ciento de esos vuelos realizaron ataques.
Las cifras reportadas indican que en 2011, las fuerzas estadounidenses lanzaron cinco mil 400 bombas y municiones, el número más alto hasta el momento.
Los ataques incluyen bombas y misiles, proyectiles de 105 milímetros disparados por las aeronaves artilladas AC-130 y disparos con cañones de 20 milímetros en adelante.
Una creciente campaña de bombardeos ha sido parte de la estrategia de la administración de Donald Trump para empujar a los talibanes a la mesa de negociaciones. A pesar del aumento en los ataques aéreos, los talibanes tienen más territorio que en cualquier otro momento desde que comenzó la guerra en 2001, según datos militares de los propios Estados Unidos.
El jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Joseph Dunford afirmó hace pocos días que la guerra en Afganistán está en un ''punto muerto'', y reconoció que ese conflicto nunca se solucionará por la vía militar.
Los talibanes 'no están perdiendo (la guerra) en este momento, creo que es justo decirlo', afirmó Dunford al intervenir en el Foro de Seguridad Internacional de Halifax, en Canadá.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (Unama) ha reiterado su preocupación por el incremento número de víctimas civiles por los ataques aéreos de este año en el país.
De acuerdo con un comunicado de la Unama publicado en septiembre, en los primeros seis meses del año murieron149 personas y 204 resultaron heridas por ese tipo de ataques, un aumento del 52 por ciento con respecto al mismo período en 2017.
La entidad expresó su alarma porque las mujeres y los niños constituyen más de la mitad de todas las bajas civiles por ataques aéreos.
La Unama atribuyó el 52 por ciento de esas bajas a los ataques aéreos de las fuerzas afganas, el 45 por ciento a las militares internacionales y el restante tres por ciento a las fuerzas progubernamentales no identificadas.
En tanto, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, instó a la comunidad internacional a apoyar los esfuerzos realizados para alcanzar la paz y la estabilidad en Afganistán.
Mediante un videomensaje transmitido al inicio de la conferencia ministerial sobre ese país en Ginebra realizada esta semana, el político portugués expresó su solidaridad con los ciudadanos que son víctimas de la violencia y los conflictos.
Asimismo, Guterres expresó el respaldo de la ONU a las acciones para poner fin a esas problemáticas.
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