Plagado de contradicciones, guiños populistas de mal gusto y actitudes discriminadoras, el hombre del piloto amarillo salteño hace esfuerzos en cada micrófono que tiene cerca para correr al PRO por derecha, lo que no es poco, para posicionarse como "el Bolsonaro argento", y que no ha dudado en fotografiarse con una pala en la mano, en señal de que está dispuesto a trabajar, pero que quizás debería haber usado para la foto una pala usada y sin tantos brillos.
Polémico, con expresiones de mal gusto y muy flojito de papeles, el salteño, que supo tener trabajadores esclavos en sus fincas; que hizo campaña contra el aborto pero fue denunciado por una ex amante como quien la obligó a abortar, no para de tratar de impostar una postura extrema a la derecha que por momentos resulta hasta grotesca.
No obstante, el fenómeno amarillo bis, no es un candidato para dejar pasar sin analizar, ya que puede convertirse en un doloroso forúnculo para las expectativas reelectorales de Mauricio Macri, ya que si suma votos, claramente lo hará de ese electorado, favoreciendo las posibilidades de quien sea candidat@ de la oposición, a esta altura casi seguramente Cristina Fernández de Kirchner.
Es que, claramente, a los votos que intentará limarle el neoliberal pejotista (y también salteño) Juan Manuel Urtubey, los equilibrará con los propios Olmedo, que por momentos resulta gracioso, pero de manera muy distinta al gran Alberto.
No obstante, Alfredo Olmedo empieza a ponerle material político a una candidatura que hasta el momento solo se centra en el racismo, la xenofóbia, el odio a las mujeres y otras minorías.
Hasta el momento, "El Tata" se había mostrado como el armador del espacio político que pretende darle sustento a la candidatura del que quiere ser el "Bolsonaro argentino".
Además el reconocido escritor adelantó que al espacio de la campera amarilla se suma el ex diputado del Frente Renovador Alberto Assef quien es parlamentario del Mercosur y apoderado del partido UNIR.
Assef es un nacionalista de derecha que roza mucho el nacionalsocialismo y que supo conducir, previo a UNIR, el PNC (Partido Nacionalista Constitucional) en su momento cercano a Seineldín y el neonazismo criollo.
"Es con el primer político que acepto sacarme una foto y estoy muy honrado de que haya sido con el intendente de Mar del Plata. Estamos en la misma sintonía”, le reveló Olmedo al diario La Capital de Mar del Plata. Además destacó que con Arroyo "coincidieron en el 95% de las cosas".
Arroyo, es quizás el más, o uno de los más polémicos referentes (o ex a esta altura) PRO, y tiene una gestión vinculada al oscurantismo de numerosos sectores filonazis marplatenses por los que el alcalde amarillo tiene cierta simpatía que lo llevan a no condenar sus acciones reñidas con una sociedad democrática.
La sintonía entre ambos dirigentes se centra en el rechazo al aborto, la "ideología de género", la defensa de los valores de Dios y la familia, como la aplicación del servicio militar obligatorio para los que no estudian ni trabajan. “El intendente está situado en defensa de todos esos supuestos y valores cristianos. Claramente compartimos principios”, contó Olmedo.
Es que en la nota con La Capital revelaron que los dos coinciden en la frase de cabecera: "Mi líder es Dios, el pueblo es el soberano" de Olmedo y "Dios es mi copiloto" del intendente marplatense.
Olmedo sigue entonces su raid que lo lleva a raspar la olla a la derecha de la derecha en el gobierno, como ya lo hizo con la simpatizante de la tortura, desapariciones y robos de bebes Cecilia Pando la semana pasada.
¿Para cuando la reunión con Biondini? ¿Y la reivindicación de las torturas y desapariciones? ¿O será mucho para el aprendiz de Bolsonaro argento?
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