Así las cosas el candidato a gobernador del radicalismo chubutense tiene el dudoso mérito en su currícula de haber sido funcionario de la dictadura de Videla, mientras que su aliado, el PRO, ostenta en Santiago del Estero a una candidato que hace pocos días ha tildado el accionar de la justicia sobre los crímenes de lesa humanidad como una caza de brujas, de allí, entre otros el nombre que podrían ponerle a la remozada Alianza de PROceso tal cual recomiendo en el título
Como hizo el ARI hace algunos años cuando en el mayor de los silencios cambió su definición ideológica y pasó de ser un partido de centro izquierda a uno de centro, en definitiva no tan distinto, solo se borro una palabra, la Unión Cívica Radical sigue el camino del giro a la derecha.
Aunque más que giro en este caso es una especie de zambullida y de la Internacional Socialdemócrata seguramente irá a golpear las puertas de la Internacional Conservadora.
Aunque a fuerza de ser sinceros debemos reconocer que esta no es una movida demasiado sorprendente para un radicalismo hegemonizado ideológicamente por la "línea Córdoba" que siempre representó lo más reaccionario del partido, incluso con firmes apoyo a los militares de la dictadura.La posición de Sanz no resulta tan llamativa entonces como la de Federico Storanni otras jóvenes promesas de aquel radicalismo pujante y progresista de los ochentas del siglo pasado, que poco a poco se fueron ubicando más y más a la derecha para poder conservar los vestigios de lo que alguna vez supo ser un partido de mayorías.
Pero hablando de Alianza, el PRO tiene para repartir, Rodríguez Larreta el delfín de MM fue un prominente funcionario de la entente helicopteril y casi todos los economistas del niño mimado del Círculo Rojo tuvieron también un paso por la fallida fuerza que abortó su mandato en la pueblada del 2001.
Mientras tanto, quienes hace solo un par de años andaban a los besos con un adalid de la derecha y el libremercado como Francisco De Narváez hoy se rasgan las vestiduras por una alianza que consideran derechosa, como el caso de Ricardito Alfonsín o nopositivo Julio Cleto Cobos.
Lo cierto es que tampoco desentona demasiado Elisa María Avelina Carrió, quien debe ser reconocida como la pionera en aliarse a quien infinidad de veces tildó de corrupto e inutil, ya que ella misma ostenta haber sido funcionaria del Poder Judicial en los años de plomo.En resumen, poco que discutir sobre el perfil ideológico de la fuerza que aparece señalada como la oposición al gobierno, que además ya ha empezado a pelearse, y que solo necesitaría algún aporte de color, tipo Pando pongamos, para recordar aquella frase de Raúl Alfonsín que pedía: "Un médico a la derecha".
