En su programa semanal de radio, Correa sostuvo ayer que las protestas, que se reprodujeron en las principales ciudades del país, forman parte de una estrategia de las potencias mundiales para desestabilizar a su administración y "desgastar a los gobiernos de izquierda en América latina".
El mandatario acusó a los organizadores de las marchas de agredirlo, pues su comitiva fue atacada por manifestantes en Riobamba, en el centro del país.
"Esa gente nos estaba esperando, fue una emboscada para generar disturbios, cobardes tirando piedras", remarcó.
Las protestas del jueves fueron convocadas por organizaciones sindicales, indígenas y de estudiantes para protestar contra políticas laborales y sanitarias del gobierno, así como contra proyectos de leyes que se tramitan en el parlamento y una iniciativa de reforma constitucional destinada a permitir la reelección ilimitada de autoridades.