A pesar del continuo hostigamiento y persecución que sufre desde que comenzó a denunciar la responsabilidad del Servicio Penitenciario Federal en la muerte de su hija Florencia, Alfredo Cuellar continúa luchando diariamente contra las condiciones vejatorias de detención y las violencias que padecen los sectores vulnerables en contexto de encierro.
En ese marco, el referente de las luchas por los derechos de las personas privadas de su libertad fue nuevamente atacado por la noche del jueves pasado. Mientras intentaba ingresar a su casa fue golpeado con un fierro en la cabeza, lo que provocó su caída al piso. Allí, indefenso y sin poder visualizar a los agresores, fue pateado por el grupo de agresores hasta que se dieron a la fuga sin haberle robado ninguna pertenencia ni mediar palabras.
Este no es el primer ataque sufrido por Cuellar: el primer episodio ocurrió en junio de 2013, cuando fue secuestrado por cuatro sujetos que lo introdujeron a un auto y lo amenazaron con tirarlo al riachuelo y hacerlo desaparecer y torturar a sus hijos e hijas si no se dejaba de joder con el asunto de “la China”.
Algo similar le sucedió en 2016; y en noviembre de 2017 en otro intento de acallar su lucha la policía de la ciudad de Buenos Aires detuvo a su hijo, quien estuvo encerrado en la Comisaría octava sin motivo.
“Es un orgullo sentirme acompañado”, dijo Alfredo al iniciar la conferencia de prensa. “Estar rodeado es una energía tremenda”, agregó el referente de las luchas por la vigencia y promoción de los derechos humanos, quien afirmó que “estamos muy lejos de tener miedo. Solo queremos llegar a la verdad, esa es nuestra lucha”.
CPM
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