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» » Ciudadanos y la batalla clave por el voto de centro en las elecciones en España

(11/12/15- España)-.Albert Rivera, candidato de Ciudadanos, la fuerza que se disparó en las encuestas desplazando a Podemos y hoy supone una amenaza en ciernes para los dos partidos tradicionales, apostó todo al centro, bajo la premisa -convertida en mito- de que quien gana la mayor cantidad de votos en ese grupo obtiene la victoria en España.

"Hace falta alguien al frente del gobierno que pueda sentar a la mesa a todos", dijo Rivera a principios de julio cuando lanzó su candidatura presidencial en Madrid, evocando al ex presidente de la Transición, Adolfo Suárez, su gran referente político e ícono del centrismo español.

Apenas un año después de saltar a la arena nacional, Rivera -y su partido Ciudadanos, surgido en Cataluña como una opción antiseparatista en competencia con el Partido Popular (PP)- no sólo se hizo un hueco en el convulsivo panorama político español, sino que desde ese centro que reivindica logró ganarle terreno tanto a conservadores como socialistas.

Ahora, las encuestas sitúan a la fuerza naranja como un partido decisivo tras las elecciones del 20 de diciembre, que se presentan como las más reñidas de la historia y que auguran el fin de tres décadas de bipartidismo del PP y el Partido Socialista (PSOE).

En un momento de crisis en Europa, en el que se están fortaleciendo los partidos de los extremos, ya sea de la derecha xenófoba o de la izquierda antiajuste, como es el caso del partido español Podemos, el éxito de Ciudadanos puede parecer una rareza, pero no lo es.

"Ciudadanos entró en competencia de la misma forma que Podemos y otros partidos nuevos en Europa: intentando superar la lógica izquierda y derecha, y mostrando un tema atractivo, sea la inmigración, la corrupción, desafección política o el descrédito de los actores políticos", aseguró Lluis Orriols, Doctor en Ciencia Política de la Universidad de Oxford, en declaraciones a Télam.

Apenas un año después de saltar a la arena nacional, Rivera y Ciudadanos no sólo se hicieron un hueco en el convulsivo panorama político español, sino que desde ese centro que reivindica logró ganarle terreno tanto a conservadores como socialistas
Con la "regeneración democrática como bandera" y un discurso "liberal en lo económico y progresista en los social", Rivera se situó estratégicamente en el centro político, espacio ideológico que en España aglutina al 40% de los electores, y cuyo voto siempre es clave para llegar a La Moncloa, sede del Ejecutivo.

Estos votantes -de posiciones moderadas, políticamente apáticos e ideológicamente menos comprometidos- son también los más proclives a cambiar su voto; es decir, son la mayoría de los famosos indecisos que en estas elecciones de gran suspenso alcanzan la elevada cifra del 40%.

Es por eso que todos los partidos en competición, tanto el PP del presidente Mariano Rajoy, como el PSOE de Pedro Sánchez, y Podemos, liderado por el politólogo Pablo Iglesias, han diseñado sus campañas electorales pensando en la caza de ese codiciado voto centrista.

Ciudadanos, sin embargo, se ha convertido en el partido de centro por excelencia al ser la opción preferida por el 20% de ese grupo de electores, según las encuestas.

Las elecciones del 27 de septiembre en Cataluña, en las que se impusieron los separatistas, lo situaron como primera fuerza opositora muy por delante de los socialistas, el PP, y la iniciativa impulsada por Podemos. ¿Significa esto que esté mejor situado para llegar al poder?

Desde 1978, en todas las elecciones generales de España el partido más votado es el favorito de los electores de centro. Pero este patrón responde a la lógica bipartidista del sistema español que en estas elecciones, tal como todos apuntan, saltará por los aires.

"Los partidos que ganan también ganan el centro, pero no ganan porque ganen el centro. De lo que se trataba era de activar a los propios votantes ideológicos y arañar del centro", dice Orriols, coautor del libro "Aragón es nuestro Ohio", título que hace referencia al hecho de que quien gana Aragón gana España (igual que ocurre en Estados Unidos con el estado de Ohio).

"Pero esa lógica es parte de bipartidismo del pasado. Ahora, Ciudadanos es la primera fuerza del centro y no ganaría las elecciones", subraya el politólogo.

Según Orriols, Ciudadanos necesitaría sumar más votantes de los otros espacios ideológicos para ser mayoritario.

Lo más difícil para el partido de Rivera sería crecer más a costa del PP -ya lo hizo cuando entró en competición aprovechando la "ventana de oportunidad", al penetrar en los votantes de la derecha insatisfecha por la corrupción-; en cambio, puede ser más efectivo atacando al PSOE.

El ascenso de Ciudadanos a la cúspide coincidió con el retroceso de Podemos, que se produjo pese a los importantes triunfos que obtuvo en las elecciones municipales de mayo con la conquista de las emblemáticas Madrid y Barcelona.

Podemos -surgido del movimiento de protestas anti ajuste de los indignados de 2011- se fundo oficialmente a principios de 2014
con un núcleo claramente de izquierda, que pretendía emular al partido griego Syriza de Alexis Tsipras, que llegó al poder ante el derrumbe de los partidos tradicionales.

No obstante, Iglesias impuso posteriormente un giro centrista con la intención de convertir a Podemos en un partido mayoritario.

"Querían ser distintos a la izquierda tradicional, pero sus votantes estaban identificados a la izquierda, y ahora les resulta difícil ser creíbles por el centro", dice la politóloga Berta Barbet, analista de la publicación especializada Politikon.

También les jugó en contra del centrismo haber mantenido su apoyo incondicional a Syriza.

"Al principio, en el discurso de Podemos -que intentaba suprimir el eje izquierda y derecha -cada uno veía lo que quería. Luego fueron posicionándose y siempre alguien termina decepcionado", añade Barbet. "A esto se le suma el resurgimiento de Izquierda Unida (IU)", apunta la experta.

En la batalla por el codiciado votante de centro, Rajoy no arriesga y resiste el ofrecimiento de Ciudadanos defendiendo la idea de "estabilidad" asociada a la continuidad de su gobierno.

En tanto, el socialista Sánchez- el mejor posicionado en los sondeos para desbancar al PP- apela al "voto útil" de los que quieren la alternancia y se ven tentados por Ciudadanos o Podemos.

Su problema, al igual que Iglesias, es que necesita encontrar un equilibrio para no perder a sus votantes ideológicos sin los que nadie podrá vencer el 20-D.

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