Recientemente murieron 17 reos en una cárcel de máxima seguridad ubicada al sur de la ciudad, la trifulca fue originada por un grupo de pandilleros y otros reos de alta peligrosidad.
La falta de control en el penal y la profunda corrupción que atraviesa el Sistema Penitenciario de Guatemala son los detonantes, asegura alguien que ha visto muy de cerca esos problemas.
Según datos de presidios, hace unos años se contaba con 24 cárceles, hoy únicamente hay 20 con capacidad para 6500 reclusos, aunque el dato real se aproxima a los 20.000.
El tema ha sido discutido por diferentes entidades incluido el organismo judicial y, en ese contexto, se firmó un documento para hacer una reforma profunda al Sistema Penitenciario.
Aunque exista una reingeniería y readecuación en los penales la corrupción no cederá si no se cambia a los que administran las cárceles, y se someta a reos que controlan penales, tal es el caso del Capitán Byron Lima condenado a 20 años por el asesinato del monseñor Juan Gerardi.
Todos los privados de libertad tienen que pagar cuotas diarias a las autoridades y a los que dominan las cárceles, convirtiendo el sistema carcelario en una de las dependencias más corruptas del estado de Guatemala.
Según las autoridades del Sistema Penitenciario, aunque la reconstrucción de las cárceles se inicie de inmediato, no será hasta dentro de 8 o 10 años que se empiecen a ver resultados.
*Por Miguel Salay, Ciudad de Guatemala
