Walmart, que contaba hasta la fecha con unas 540 tiendas y centro comerciales en Brasil, llevaba desde finales del año pasado evaluando la adopción de medidas para ganar rentabilidad en el país, donde opera con nueve marcas distintas.
El anuncio realizado hoy se enmarca en una estrategia global del grupo, que anunció que cerrará 269 puntos de venta en todo el planeta, “menos del 1 por ciento del total global”, que asciende a casi 11 mil 600 tiendas.
La caída del consumo de las familias como consecuencia del repunte del desempleo, que supera el 9 por ciento, y de la inflación, del 10 por ciento en 2015, influenciaron al desempeño económico de buena parte de los gigantes de la distribución instalados en Brasil.
