Un artículo publicado recientemente por el diario estadounidense The New York Times afirma que Nicaragua parece regresar a la década de los 80 con el resurgimiento de los "contras".
“No es una guerra gigantesca”, ha dicho un miembro del nuevo grupo guerrilla, identificado como “Tyson”, mientras viste ropa camuflada de la Armada de EE.UU. y porta un vetusto fusil AK-47, añadiendo que sus capacidades no les permiten atacar todos los días las posiciones gubernamentales.
No es una guerra gigantesca", ha dicho un miembro de "los rearmados".
De acuerdo con el informe, a Tyson y sus hombres les llaman “los rearmados”, son contras sí como los que en los ochenta recibieron dinero y armas estadounidenses durante el Gobierno de Ronald Reagan (1981-1989), para derrocar al Gobierno de Ortega.
Tras alegar que Ortega no era nadie y ahora es dueño de la mitad de Nicaragua, Tyson se ha quejado de que “los rearmados” están en la quiebra y afirmado que no son más exitosos porque no tienen el apoyo internacional, como el que tenían los "contras" durante los años de Reagan.
Por su parte, la Administración sandinista rechaza que haya rebeldes en el país, a pesar de los varios ataques ocasionales a estaciones de policía y asesinatos de sandinistas y contras conocidos.
En este contexto, el jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés, ha asegurado que no hay grupos armados en el país.
