Ayer lunes el Ejército sirio, tras dejar atrás una semana llena de victorias en Alepo (noroeste de Siria), trató de avanzar en las zonas sureñas de las granjas de Al-Malaah, pero no consiguió hacerlo debido a la fuerte resistencia de los combatientes del Frente Al-Nusra, rama local de Al-Qaeda en Siria.
En esta ofensiva también participaron las Fuerzas Tigre, unidad de las fuerzas especiales del Ejército sirio, informa la página Web Almasdar News, no obstante, tuvieron que retirarse para rediseñar el plan de ataque para no sostener bajas.
Además de la ventaja del terreno de los terroristas y los grupos armados que apoyan al Frente Al-Nusra, otro de los obstáculos para la victoria de las fuerzas sirias fue la falta de apoyo aéreo por parte de Rusia a esta ofensiva.
Además, el frente sirio en aquella zona recientemente ha visto reducido sus fuerzas dado que una parte de sus tropas han sido desplegadas en las zonas más al sur de Alepo para abrir la vía para que otras unidades del Ejército puedan unirse a ellos.
Casi simultáneamente las fuerzas sirias, apoyadas por los combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y las Fuerzas de Defensa Nacional, arrebataron el lunes el control de zonas bajo control de grupos armados al este de Damasco, la capital de Siria.
En las últimas semanas las fuerzas sirias han aumentado sus esfuerzos para liberar la provincia de Alepo, bastión de los grupos armados que luchan contra el Gobierno del presidente Bashar al-Asad.
Una eventual recuperación total de Alepo de manos rebeldes y terroristas, podría adelantar en gran medida el fin del conflicto sirio y poner punto final a seis años de insurrección contra el mandatario Al-Asad.
La liberación de Alepo también le daría una ventaja estratégica al jefe del Ejecutivo sirio a la hora de sentarse a negociar con la oposición para ponerse de acuerdo sobre las condiciones de la paz entre las partes.
