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» » Tras cuatro décadas de impunidad, serán juzgados los crímenes de dos sicarios de la CNU

(23/06/16 - Lesa Humanidad)-.Dos civiles que integraban la organización parapolicial Concentración Nacional Universitaria (CNU) serán juzgados en La Plata desde agosto próximo por secuestros y homicidios cometidos antes y después del golpe cívico militar de marzo de 1976. 

Se trata de Carlos "El Indio" Castillo (Foto) y Juan José "Pipi" Pomares, quienes desde el 8 de agosto próximo deberán enfrentar al Tribunal presidido por el juez Carlos Rozanski, en la sede de la ex AMIA en la capital provincial. Castillo está acusado por su participación directa en varios secuestros, hechos de tortura y homicidios.

El secuestro y homicidio de Carlos Antonio Domínguez y el secuestro de Roberto Fiandor, ocurridos el 12 de febrero de 1976, es uno de esos casos; el secuestro y homicidio de Leonardo Guillermo Miceli, del 19 de abril del mismo año, es otro. En todos los casos, con robo y violación de los domicilios de las víctimas.

También está imputado por el secuestro, torturas y homicidio de Néstor Hugo Dinotto y de Graciela Herminia Martini y en el secuestro de otra pareja que finalmente sobrevivió, sucedidos entre el 3 y 4 de abril de 1976. En el caso de "Pipi" Pomares, llega acusado por su participación en este último caso que abarca a cuatro víctimas.

En la elevación a juicio, a la que accedió Télam, se afirma que los grupos paraestatales, como la CNU, fueron "la antesala de la implementación del plan sistemático de la represión ilegal desplegado desde el Estado a partir de 1976 y también se caracterizó por su ejecución sistemática y organizada".

En La Plata, la CNU actuó asesinando personas, a veces, después de torturarlas salvajemente, arrojando por último los cuerpos en la vía pública, a modo de "escarmiento". Previamente, robaban y vaciaban las casas de las víctimas.

Tras la detención de la banda, el 1 de mayo de 1976, la policía incautó una gran cantidad de elementos robados en diferentes hechos y luego convocó a los denunciantes a reconocerlos a la comisaría 8ª de La Plata, donde la esposa de Carlos Antonio Domínguez reconoció la máquina de escribir de su hija, que los asesinos de su esposo 

habían tomado en la madrugada del 12 de febrero de 1976. Esa prueba, una máquina Engadine, secuestrada por la policía en la casa de Castillo, no fue tenida en cuenta durante la dictadura y hoy es uno de los elementos de cargo.

El cuerpo de Domínguez, por entonces secretario general del gremio del Turf en La Plata, apareció horas después con alrededor de cuarenta disparos camino a la localidad de Magadalena, al sur de la capital bonaerense. Los captores llevaban en el baúl de un vehículo a Roberto Fiandor, un vocal de la comisión directiva del gremio, quien se salvó de ser asesinado porque logró forzar la traba del portón, arrojarse al asfalto y pedir ayuda a vecinos.

Otros de los hechos que llegarán a juicio ocurrieron el 19 de abril de 1976, cuando los integrantes de la CNU protagonizaron un verdadero raid por diferentes puntos de la ciudad para secuestrar a tres trabajadores. Los cuerpos de Leonardo Miceli, Horacio Urrera y Carlos Alberto Sathicq aparecieron flotando al día siguiente en el arroyo Sarandí, en el partido de Avellaneda, "acribillados a balazos, tanto de frente como por la espalda", según la documentación citada en la acusación por los fiscales. En ese raid participó Castillo, según declaró un testigo, y el caso de Miceli es el único de los tres de ese raid que ahora llega a juicio.

Pocos días antes de aquellos asesinatos, entre la noche del 3 de abril y la madrugada del 4, la banda de la CNU concretó los secuestros de Néstor Hugo Dinotto, Graciela Herminia Martini, y de otra pareja de sobrevivientes, quienes fueron interceptados mientras viajaban en un auto por la localidad de Villa Elisa, al norte de La Plata. Las parejas fueron llevadas a una zona rural posiblemente cercana a Punta Lara, al este de La Plata y muy cerca del Río de La Plata, donde sufrieron torturas (en el caso de Dinotto, hasta morir) y amenazas.

Una pareja que conocía a los secuestradores fue liberada después de un simulacro de fusilamiento, en las calles 2 y 32, de La Plata; mientras que Dinotto y Martini "aparecieron asesinados al día siguiente en la calle 11 del Barrio Los Porteños de City Bell, con numerosos impactos de proyectiles, disparados desde al menos tres armas de fuego calibres 12, 11.25 y 9 mm, según se lee en la elevación a juicio.

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