La denuncia describe las reiteradas requisas vejatorias a las que son sometidas por el Servicio Penitenciario bonaerense las personas que visitan a un ser querido en esa unidad penal. Desde la organización se exige que se modernicen los mecanismos de revisión no invasivos para los visitantes en los penales provinciales.
El colectivo FAVISIC entrevistó a familiares de detenidos de la Unidad Penal N°1 de la localidad de Lisandro Olmos, La Plata, y a través de sus testimonios y de una inspección al lugar destinado dentro del penal para las visitas, pudieron constatar que los familiares son expuestos a tratos humillantes y vejatorios cada vez que van a visitar a un detenido alojado en esas instalaciones.
“Es inconcebible que con los avances tecnológicos que existen se obligue al visitante a realizar desnudos completos frente a personal penitenciario, se lo obligue a toser y realizar flexiones. Esto es humillante, y para nosotros es un hostigamiento al familiar, que en muchos casos viene viajando desde lejos y que espera a la intemperie poder entrar. (…) Lo que se busca es que el familiar se canse y deje de concurrir a la visita, dejando entonces a merced del Servicio Penitenciario a la persona detenida.”, versa el texto presentado por FAVISIC ante la justicia.
El caso de la Unidad de Olmos no es un caso aislado. FAVISIC, acompañado por la CPM, viene denunciando desde hace años en distintos juzgados de Buenos Aires la persistencia sostenida por parte del Servicio Penitenciario bonaerense en propiciar tratos ofensivos y violar la integridad y derechos de las personas que visitan a sus familiares en los penales provinciales: desnudos, revisaciones de contacto, flexiones, rotura de envases y manoseo de los alimentos.
El penal de Olmos (Av. 197 y 52), que alberga a detenidos de toda la provincia, se encuentra ubicado en una zona retirada del gran La Plata. En interminables colas, los familiares deben esperar a la intemperie, bajo las inclemencias climáticas, hasta que se habilita el horario de visita y se les autorice entrar a las instalaciones, utilizar un baño, poder sentarse. Por otro lado, el S.U.M. destinado para las visitas se encuentra en un estado deplorable- baños tapados, sucios y clausurados, ventanas rotas.
“Se están violando leyes nacionales e internacionales y los derechos humanos de las personas que reciben este tipo insultos y mal trato. Nosotros exigimos que cesen de una vez y que las instituciones de seguridad se modernicen con scanner y métodos tecnológicos que no sean invasivos para las personas en su integridad. Además que acondicionen los baños y los espacios comunes para las visitas y que la gente deje de esperar a la intemperie. No puede ser una tortura ir a visitar a tu ser querido a un penal”, expresó la presidenta de FAVISIC, Natalia Jaramillo.
