Felipe Celesia y Pablo Waisberg presentaron su libro “La noche de las corbatas. Cuando la dictadura silenció a los abogados de los trabajadores”, junto al ex secretario de Derechos Humanos Martín Fresneda en la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo. La mesa estuvo moderada por el nieto restituido Manuel Gonçalves Granada, director de la Casa por la Identidad. El libro reconstruye el secuestro de un grupo de abogados laboralistas de Mar del Plata durante la última dictadura cívico militar.
“Fue una noche que duró mucho tiempo y que aún cuesta asimilar, por lo que sufrimos, por las ausencias, pero también por el legado que nos dejó”, sostuvo Martín Fresneda, hijo Tomás Fresneda y Mercedes Argañaraz, dos de los abogados desaparecidos durante “la Noche de las Corbatas”.
Los autores contaron que la pregunta que disparó el libro fue: “¿Por qué la dictadura persiguió abogados laboralistas en una ciudad como Mar del Plata?”. Y que, con la investigación que realizaron, pudieron comprender que con los secuestros y desapariciones “la dictadura intervino directamente en la disputa sobre la distribución del ingreso en una ciudad que estaba creciendo económicamente por medio de la industria pesquera. Estos abogados trabajaban por los más desprotegidos y tenían un código ético muy firme, de defensa de los trabajadores y sus organizaciones. De esa forma, subvertían el orden cultural que la burguesía marplatense pretendía imponer”.
En esa línea, Waisberg dijo que, un mes después del golpe de Estado de 1976, se modificó y cercenó la Ley de Contrato de Trabajo, cuyo compilador principal fue Norberto Centeno, uno de los abogados desaparecidos en Mar del Plata. “La Noche de las Corbatas fue llevar al territorio, a la calle, aquella reforma legislativa que se había hecho en los escritorios”, explicó.
Fresneda reconoció que no fue fácil, para él, dar testimonio para la investigación: “Pero el libro es un aporte enorme a la memoria, porque es muy importante para las víctimas. Condensa una historia de muchos años, de victorias y derrotas, de disputas de poder, de hijos sin padres, de mujeres sin sus esposos, de cómplices civiles, de grandes dolores, de trabajadores que se quedaron sin sus abogados”.
El ex secretario de Derechos Humanos de la Nación subrayó el valor de la palabra de quienes sobrevivieron a la dictadura tanto en este tipo de libros como en los juicios de lesa humanidad: “Debemos reivindicar también a los sobrevivientes, y a todos los que hacen el esfuerzo por construir la memoria de un pueblo”.
“Hoy se discute sobre números, pero detrás de cada uno de los desaparecidos hay maravillosas historias de vida, como la de estos abogados que defendían los derechos de los trabajadores”, manifestó Manuel Gonçalves Granada. Y recordó que aún Abuelas de Plaza de Mayo busca al hermano o hermana de Fresneda, ya que su madre estaba embarazada de cinco meses en el momento en que fue secuestrada y llevada al centro clandestino de detención “La Cueva” en Mar del Plata.
