La mencionada denuncia se refiere a un acto de corrupción en el que habría incurrido el corrupto presidente brasileño que asumió tras el golpe de Estado que sufrió la presidenta electa democráticamente, Dilma Rousseff.
Temer hizo declaraciones en la que se trató de desligar de la denuncia, y dijo haber sido víctima de una “conspiración” que “forjó pruebas” para exponerlo.
Temer cargó contra el ex procurador general, Rodrigo Janot, encargado de la denuncia, y su principal acusador, el empresario corrupto confeso Joesley Batista, dueño del frigorífico JBS, el mayor productor mundial de proteína animal.
El gobernante será sometido el próximo mes a una votación en la Cámara de Diputados, que necesita dos tercios de los votos para aceptar la denuncia y suspenderlo por seis meses del cargo.
La corte suprema rechazó ayer por 10 votos contra 1 un pedido de Temer para suspender la denuncia de Janot.