De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Salud Pública, se destinaron casi un millón de dólares para completar el programa, que ya incluyó a niños de las naciones, Nacionalidades y pueblos del Sur, sobre todo, aquellos que debieron reasentarse con su familia en otros territorios debido a la violencia intercomunal.
En esta nueva fase, se intentará llegar al menos a 516 mil menores, con la colaboración de entidades internacionales desplegadas en el terreno, como la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
A su vez, el plan también incluirá la administración de vitamina A a pequeños de hasta cinco años y la desparasitación de aquellos cuyo rango de edad esté entre los dos y cinco años.
Los campamentos improvisados de desplazados, cuyas cifras ascienden a casi un millón según estadísticas oficiales, tienen acceso limitado a agua segura, higiene y saneamiento, lo que representa un mayor riesgo de propagación de enfermedades transmisibles, en opinión de expertos.
Además, los niños y las madres embarazadas y en período de lactancia corren un alto riesgo de desnutrición.
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