En una entrevista Alfonsín señaló que no fue el gobernador Gerardo Morales, “sino la Justicia la que ordenó la detención de Milagro Sala” en Jujuy acusada por los delitos de “instigación a cometer ilícitos y tumulto”.
Estos dichos del hijo del ex presidente de los argentinos son ciertos, pero no es menos cierto que esos jueces, e incluso la fiscal que ordenó la detención son todos afiliados a la UNión Cívica radical de Gerardo Morales y él mismo.
Alfonsín omite reconocer el verdadero oprobio, que alguna vez, cuando su partido defendía intereses populares y no tenía entre sus dirigentes personas con rasgos xenófobos como Morales que es la cooptación por parte de su partido de la justicia provincial, generando a la mejor usanza menemista una justicia adicta.
Alfonsin ensucia más aún luego su propia palabra al señalar que “sé de las credenciales republicanas de Gerardo Morales. Nunca interferiría en el accionar judicial. No es el gobernador sino la Justicia la que ordenó la detención de Milagro Sala”, expresó Alfonsín a través de un comunicado.
Sostuvo que “la ley debe ser cumplida por todos. Sólo puede decir que hay persecución política, quien cree que existe un ‘derecho a violar la ley'” y omite señalar que Milagro Sala no ha sido procesada formalmente todavía y que la fiscal, vinculada a la Unión Cívica radical que la acusó y ordeno detener se basó en un video que muestra a la dirigente social caminando.
“Ese derecho, naturalmente, no existe en ningún lugar del mundo. Si no estamos de acuerdo con la ley, debemos cambiarla. Violarla no es el camino. Lo mismo he dicho en casos similares durante el anterior gobierno”, expresó el hijo de Ricardo Alfonsín.
Remarcó que “desde luego, Milagro Sala debe contar con todas las garantías y derechos constitucionales para demostrar su inocencia” lo que claramente demuestra un prejuzgamiento, quizás también teñido de prejuicios raciales, ya que la Constitución Nacional dice que toda persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario y de las palabras del hijo del ex presidente surge que Sala es culpable hasta que muestre lo contrario.
