“(Boicoteamos) instituciones académicas israelíes en la medida que el régimen de Israel siga violando los derechos de los palestinos”, indica la resolución que fue aprobada con 42 votos a favor, 19 en contra y 9 abstenciones del Consejo de Estudiantes de Doctorado (DSC) de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
La decisión recibió el respaldo de los estudiantes graduados y profesores "de una variedad de disciplinas y orígenes", al mismo tiempo de haber sido apoyado por el Centro de Graduados adjunto, el Grupo de Estudios Postcoloniales, la Organización de Estudios de Oriente Medio, y la Asociación Crítica de Estudios Palestinos.
La resolución aprobada llama a la solidaridad tanto con las instituciones palestinas como con los académicos y estudiantes cuya libertad académica fue negada por el régimen de Tel Aviv.
También ve necesario solidarizarse con los Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP, por sus siglas en inglés) quienes, destaca, se han enfrentado a la represión de la administración de CUNY y el gobierno local.
El apoyo de dicho consejo de estudiantes se suma al de 293 consejos estudiantiles de las universidades de USA. que respaldan tal actuación en el año en curso, como parte de la campaña de boicot estadounidense al régimen israelí.
En este contexto en agosto de 2015, los activistas del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) informaron de su plan para lanzar en 2016 la campaña de boicot más amplia en contra el régimen israelí.
BDS, un movimiento propalestino lanzado en 2005, exige el fin de la ocupación de Palestina y el derecho al retorno de los refugiados palestinos.
La campaña, que tiene el apoyo de líderes cristianos y varios estados estadounidenses, ha obtenido un éxito, especialmente a nivel académico y artístico. Estos respaldos fueron calificados anteriormente por el expresidente israelí, Shimon Peres, como una guerra bilateral contra Israel.
En un acto más reciente, el secretario general del partido de la Iniciativa Nacional Palestina, Mustafa Barghout declaró en marzo que el movimiento de BDS ha provocado que el régimen de Israel perdiera 31 mil millones de dólares en el año 2015.
