Mucha de la gente desplazada, de acuerdo a la información proporcionada por el Ministerio de Migraciones de Irak, está refugiada en campamentos improvisados por el gobierno en los campos de Yeeda II y la pista de aterrizaje del aeropuerto de la localidad de Al Qayara, a unos 55 kilómetros al sur de Mosul, capital de la provincia de Nínive.
Otras personas fueron trasladadas a los campamentos de Dibka y Hasan Shami, en la provincia de Erbil, y Qimaua, en la provincia de Dohuk, ambas pertenecientes a la región autónoma del Kurdistán iraquí.
En tanto, a otra parte de los desplazados los ubicaron el campo de Lailan, en Kirkuk.
Ya hay más de 100.000 civiles desplazados de Mosul
Según Migraciones, los equipos están distribuyendo ayuda alimentaria y sanitaria en el momento de su llegada a los campamentos.
Concretamente, el subsecretario de Migraciones, Yasem al Atiya, sostuvo que se distribuyeron 39.243 paquetes de asistencia a las familias en los campamentos de Al Jazer y Hasan al Shami 2, situados en la zona de Al Jazer, dependiente de Erbil.
El 6 de diciembre pasado, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), había asegurado que la ofensiva de Mosul, que comenzó el 17 de octubre, había provocado el desplazamiento de más de 82.000 personas.
En Mosul, el Estado Islámico sigue resistiendo y continúa bombardeando con proyectiles de morteros los barrios orientales recuperados por las fuerzas iraquíes.
Según la agencia de noticias EFE, decenas de personas murieron y otras resultaron heridas por esos ataques, que han obligado a los vecinos a permanecer encerrados en sus casas y han forzado a numerosos habitantes de la zona a enterrar a sus familiares en sus patios y jardines, mientras muchos cadáveres continúan bajo los escombros sin que nadie los rescate.
