Al dar explicaciones sobre el caso, el Departamento de la Policía de San Luis alegó que sus agentes dispararon a un joven afroamericano que les apuntó con un arma cuando dos sospechosos trataban de huir. Una versión cuestionada por los manifestantes.
Por su parte, el jefe de la Policía, Sam Dotson, confirmó que la víctima era un afroamericano de unos 20 años de edad, pero no reveló su identidad.
Los manifestantes llegaron rápidamente al escenario del tiroteo, donde muchos ya se habían reunido para conmemorar el primer aniversario de la muerte del afroamericano Kajieme Powell, de 25 años, quien perdió la vida a manos de la policía.
Por la tarde, los policías antidisturbios se desplegaron en la ciudad para responder al bloqueo de varias calles por los indignados.
Vehículos blindados también acompañaron a los policías en el escenario del tiroteo y, según los testigos, los manifestantes comenzaron a lanzar botellas de aguas contra los coches.
De acuerdo con testigos, los policías detuvieron a varias personas, entre ellas ancianos, por no obedecer a las órdenes policiales.
Durante el último año, el estado de Misuri (centro-oeste), se ha convertido en el centro de la violencia policial contra las comunidades minoritarias, en particular la comunidad afroamericana.
En 2014, el joven afroamericano desarmado Michael Brown murió a manos de un policía blanco, identificado como Darren Wilson, en la ciudad de Ferguson, ubicada en Misuri.
El pasado tres de agosto, el diario británico The Guardian informó de que Wilson ha tratado muchas veces de volver a trabajar como un policía desde que dejó su puesto de trabajo en Ferguson.
EE.UU. es epicentro de las protestas antirracistas durante los últimos meses por el uso indiscriminado de la fuerza policial contra ciudadanos afroamericanos en todo el país que ha resultado en varios muertos.
Diferentes entidades internacionales, sobre todo la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han instado en reiteradas ocasiones a las autoridades norteamericanas a no recurrir a la fuerza policial excesiva en las protestas.
Respecto a la brutalidad policial en EE.UU., el diario estadounidense Washington Post ha informado que al menos 601 personas han muerto a manos de policías durante los primeros ocho meses de este año.
