"Europa no debe ni siquiera pensar en suscribir acuerdos de cooperación con Libia en temas migratorios si su resultado directo o indirecto es este tipo de escandalosas violaciones de Derechos Humanos", ha advertido este martes la directora adjunta temporal para Oriente Próximo y el Norte de África de Amnistía Internacional (AI), Magdalena Mughrabi.
La funcionaria ha instado a la Unión Europea (UE) a “no eludir su responsabilidad en esta crisis global de refugiados sin precedentes", y ha lamentado que el bloque esté dispuesto a obstruir “a cualquier precio” la entrada de migrantes en el suelo comunitario, incluso con “la violación de los Derechos Humanos”.
Ha considerado "fundamental que cualquier medida de apoyo de la UE no agrave y perpetúe las horrorosas violaciones de Derechos Humanos de las que los ciudadanos extranjeros en Libia (la mayoría de ellos con sueños de llegar a Italia por el mar) tratan de escapar tan desesperadamente".
AI que está recogiendo datos desde 2011, así como testimonios de los migrantes que sobrevivieron de las peligrosas travesías por el mar de Libia a Europa, y quienes se salvaron de los centros de detención libios, ha denunciado los golpes, las violaciones sexuales, las torturas, la escasez de agua y alimentos en lugares donde se detienen a los indocumentados extranjeros en Libia.
Los centros, cuyo número alcanza 24 en toda Libia, están administrados por el Departamento de Lucha contra la Migración Irregular, teóricamente bajo el Ministerio del Interior de Libia, pero en la práctica en muchos casos están dirigidos por miembros de grupos armados, ha indicado AI, aclarando que el nuevo Gobierno de unidad aún no tiene el control real de los mismos.
El organismo internacional pro Derechos Humanos señala — en base a los testimonios de los testigos— que los refugiados detenidos para salvarse de estas situaciones infrahumanas no tienen más remedio que escaparse, comprar su libertad o ser vendidos a traficantes de personas. Muchos de ellos, entre ellos mujeres y niños, son explotados y obligados a trabajar sin remuneración o extorsionados económicamente. Algunos son vendidos como esclavos a los ricos en Libia.
Mughrabi ha instado a la UE a trabajar para evitar las violaciones sistemáticas de los derechos de los inmigrantes en Libia, antes de elaborar alguna política o programa sobre migración.
