La actividad se llevó a cabo en el local de Colectivo Sur, una convergencia de fuerzas que integran el Frente para la Victoria, como FORJA, Unidad Socialista para la Victoria, Partido Comunista, Cultura en Movimiento, Los Irrompibles y otros.
También estuvieron presentes representantes de La Cámpora, Kolina, CANPO y otros sectores del Frente para la Victoria.
En la apertura del acto habló un representante de Los Irrompibles, luego lo hizo el candidato a concejal Claudio Rojas, el candidato a diputado nacional Pablo Carusso y finalmente dirigió un pequeño mensaje Jorge Rivas.
Discurso de Jorge Rivas
Compañeros:
Es
muy grato para mí estar aquí, en el barrio 2 de abril, tanto para acompañar al
compañero Claudio Rojas, como para respaldar la candidatura a intendente, del
compañero Mariano Cascallares.
Y no
solo lo hago a título personal, si no en representación de todos los
socialistas para la victoria de la provincia.
Mariano,
tiene el doble mérito de haber desplazado a los traidores oportunistas durante
las PASO, y además, de ser la mejor expresión en el orden local del proyecto
nacional y popular que conduce Cristina Kirchner.
Un proyecto
nacional que en estos últimos casi doce años ha logrado revertir la profunda
decadencia social, económica, y también política, a la que había llegado
nuestro país tras la aplicación de
salvajes políticas neoliberales.
Desde
el 25 de mayo de 2003, con Néstor como presidente, el rumbo o la dirección
política cambió profundamente, por lo que muchos de los paradigmas de los 90
entraron en crisis.
Así,
la política recuperó su poder decisorio por sobre las corporaciones económicas
y mediáticas: los partidos políticos volvieron a nutrirse de jóvenes
militantes, que durante la última década del siglo XX habían sido desplazados
por técnicos eficientistas.
Desde
allí se inició una etapa de reconstrucción del Estado, se reindustrializó el
país, se bajó el índice de desempleo: los argentinos recuperamos nuestra
autoestima.
Con
Néstor a la cabeza, logramos avanzar pese a la adversidad, empezando a edificar
desde los pesados escombros sociales que nos había dejado la catástrofe
neoliberal.
El
10 de diciembre de 2007, Cristina recogió la posta que le pasó Néstor, y con
pulso firme mantuvo la dirección o rumbo del proyecto. Por lo que en estos
últimos 8 años, se mantuvo constante la inclusión social y la expansión de
nuevos derechos.
Así, la Argentina ganó en materia de independencia económica.
Basten como ejemplo de ello, entre otras cosas, la nacionalización de YPF y la
ley de Pago Soberano. Ni que hablar de la dignidad con la que enfrentamos la
negociación con los fondos buitre.
Y
también ganó en materia de calidad institucional, ya que mal que les pese a
algunos pseudo republicanos detractores de nuestro gobierno nacional, podemos
decir que hoy la democracia argentina es más genuina que nunca.
En efecto, las
políticas de inclusión social y de expansión de derechos lograron elevar a la
condición de ciudadanos a muchos hombres y mujeres que una década atrás solo
eran considerados habitantes despojados de todo derecho político, social y
económico.
Un
párrafo aparte merece el notable avance en materia de derechos humanos,
que ha convertido a la Argentina en un
faro de referencia para todas las naciones civilizadas del mundo.
Y
es precisamente en las próximas elecciones generales donde se va a dar la
disputa por ese rumbo o dirección. Y como bien dijo nuestra presidenta, más
allá de la cantidad de candidatos, la disputa se va a dar entre dos proyectos
políticos.
Uno
de exclusión, ajuste, concentración económica, en fin, el viejo plan de la
derecha. Y el otro es, nuestro proyecto
popular, de inclusión, de expansión de derechos, y desarrollo económico.
Es
por eso, que de acá al 25 de octubre, debemos doblegar nuestro esfuerzo
militante, para garantizar el triunfo de
Daniel Scioli en el orden nacional, y Mariano Cascallares en el orden
local.