Mediante un comunicado publicado en su página en la red social Facebook, el Ejército ha pedido a los residentes que eviten cualquier objeto sospechoso hasta el final de las operaciones de desminado.
De esta manera, ha prohibido disparar hacia el cielo para festejar la liberación de la ciudad.
Desde hace casi tres semanas, Sabratha, ubicada al oeste de Trípoli (capital libia), ha sido escenario de los conflictos bélicos entre las fuerzas del Ejército libio y los grupos terroristas filiales de Al-Qaeda y la banda extremista EIIL (Daesh, en árabe) que operan en el país africano.
Según la Media Luna Roja de Libia, más de 90 % de la población se ha visto obligada a abandonar sus viviendas debido a la escalada de los enfrentamientos y la presencia de los francotiradores sobre los techos de las casas.
En 2011, una intervención occidental en Libia provocó la caída del régimen de Muamar Gadafi y dejó tal vacío de poder que distintos grupos armados luchan desde entonces para hacerse con el control del país.
Además, la total anarquía subsiguiente ha propiciado el terreno para las actividades terroristas. De hecho, el grupo takfirí EIIL, que opera generalmente en Irak y Siria, actualmente apunta como objetivo a Libia.
